SAN JOSÉ DE MIRANDA – 105 AÑOS DE HISTORIA. TEQUIA. LA PRIMERA ENCOMIENDA 1500 -1840 – II PARTE


ADOCTRINAMIENTO DE LOS INDIOS CHITAREROS

Por Rubén Darío Rodríguez López

Chicamocha News

En cuanto a las creencias religiosas de los Tequia, que son Chitareros, tenían gran parecido a los Muiscas. Probablemente tendrían sus mohanes para sus idolatrías. Después de la evangelización se mostraron dóciles en asistir a la iglesia, la primera de las cuales, fue muy pobre y mal dotada, como informaba Fray Francisco Páez de Zambrano, 1637, quien entiende un poco de la lengua tequia.

LA DOCTRINA DE CERVITÁ

En el aspecto religioso, los frailes Dominicos son los encargados de la formación espiritual de la comunidad de Tequia. Al principio desde los conventos de Tunja y después de la fundación de Pamplona, desde aquella capital.

El Dr. Lucena Salmoral trae una breve y valiosa información sobre los exámenes de los doctrineros, encargados de la evangelización de los indios, en la que declara la actuación de D. Juan de Borja, respecto de las insuficiencias de los Padres Dominicos. Se le pide que cambien el personal doctrinero de Tequia, y como no acceden les quitan esas doctrinas (1).

Aprovechando esta circunstancia, el visitador Juan de Villabona y Zubiaurre en 1623 dispuso agrupar a los indios de los repartimientos de Cervitá, encomienda de Andrés del Basto, los indios de Valegra, Anega, Tecurí y Tunebas, de la encomienda de Simón del Busto, los indios de Carcasí, de la encomienda de Esteban Lorenzo y los indios Tequia, de Antonio de Enciso, en la nueva población de Cervitá.

El Historiador Mojica Silva, expresaba: "Esta agrupación representaba una general ventaja para los pobladores españoles y también pretendía la conservación y mejoramiento de los indios. Los misioneros, por otra parte, la saludaban como medida muy conveniente para sus oficios de doctrina. Sin embargo, en el caso de los indios de Tequia, esta medida fue desacertada, ya que muchos de ellos se retiraron de la nueva población de Cervitá hacia otras partes. Por lo cual se le dio comisión a Salvador de Ojeda para hacer la lista y descripción de todos los indios de Tequia, con la misión de obligarlos a concurrir y poblarse en Cervitá. Era cacique de Tequia don Juan (2).

Desde 1650, los archivos parroquiales de Tequia conservan los nombres de los doctrineros dominicos, como fray Jerónimo Mirón, Tomas de Ayala, de familia malagueña y otros apóstoles, hasta 1695 en que se funda la parroquia de Málaga, nombrada "Parroquia de Tequia" por muchos años, a expensas de la humilde doctrina de indios, que siguió nombrándose pueblo de Tequia.

Con respecto a los cultos se encuentran varias coincidencias entre los chitareros y los muiscas. Vestían mantas de algodón, eran idólatras y tenían santeros o mohanes que hablaban con el demonio, y en sus cantos, borracheras y entierros eran como los de los chibchas.

El adoctrinamiento comenzó desde su misma fundación como encomienda, bajo la protección de San Jerónimo, (quizá en honor a Jerónimo de Aguayo), y de la Virgen de los Dolores.  Málaga tendrá por patrones a San Jerónimo y a la Virgen del Rosario.

El Padre Basilio Vicente de Oviedo visitó tardíamente a Tequia y a Málaga, y se arrepiente de no haberse quedado de cura en Málaga en 1746, que es uno de los mejores curatos que tiene este Arzobispado. Produce harinas, azúcares, dulces y dátiles. Hay cría de muy buenas mulas. Tiene una iglesia fabricada de nuevo y un buen mercado el domingo. Tendrá 1.500 vecinos. Pagan un peso de plata de estipendio cada uno, y las primicias son cuantiosas y de todos los frutos. Rendirá 3.000 pesos al año.

El curato de Tequia, inmediato a la parroquia de Tequia, de cuyo vecindario de blancos se erigió, tendrá 60 indios. Posee buena iglesia y bien ornamentada, fabricada por fray Dionisio Jaimes, de la orden de predicadores. Rentará a su párroco 400 pesos al año. El ministro Florido, cura de Tequia, regentaba en Málaga. (3).

SEPULTURAS Y CERÁMICAS

Los sitios arqueológicos, como la loma de la Cruz en Pamplona, descritos por el P. Rochereau en 1920, informan algo sobre las sepulturas de los chitareros.

Consistían en sepulcros, dispuestos en hileras, con pozo de descenso y cámara lateral. La entrada a las bóvedas estaba clausurada con lajas delgadas, de ochenta por cincuenta centímetros, lo cual impedía que entrara en los sepulcros la tierra del relleno del pozo. En el interior se hallaron restos de enterramientos en posición flejada.

Las ofrendas halladas junto a los cadáveres consistían en vasijas de arcilla roja, de cuerpo semiesférico, cuello estrecho y asas con decoración incisa de puntos, en la parte superior.  También se encontraron numerosas cuentas de collar, hechas de concha. Los cráneos presentaban huellas de deformación artificial. (4).

Estas indicaciones generales pudieran servir de pauta para hallar similitudes o discrepancias en futuras y provechosas excavaciones en Tequia, donde no es aventurado predecir que se hallan ricos yacimientos arqueológicos, dada la abundancia de gredas que han preservado muy bien restos de paleoindio.

Fray Pedro Aguado, comenta que: "El 17 de octubre de 1970, visitaba el museo de La Salle de Bogotá, por invitación del Reverendo Hermano Director, Nicéforo María, para informarme sobre el paradero de los restos de un mastodonte, hallado cerca de Tequia, en los límites con Málaga. Al respecto me certificó que en una visita a Pamplona había pasado por Málaga, y allí en una casa había visto los restos de la cabeza del mastodonte, hallado al componer  una calle". Sobre el paradero actual de los citados fósiles refiere haber oído, que, el ingeniero contratista, bumangués, los llevó consigo. El hermano visitador, a quien acompañaba, tomó fotografías, que no salieron muy claras y fueron exhibidas a los Hermanos. Este material fotográfico desapareció en el incendio de La salle de Bogotá en 1948. (5).

NOTA. Espere, en el próximo Capítulo, la creación del resguardo Indigena de Tequia. Año 1632.

NOTAS BIBLIOGRÁFICAS

1.      Lucena Salmoral, Manuel:  Historia Extensa de Colombia, Vol. III, Nuevo Reino de Granada, Real Audiencia y Presidentes. t, 2. Presidentes de capa y espada. (1605-1628). Ediciones Lerner. Bogotá 1965, capit. XXVI, pág 410.

2.      Mojica Silva, José; Relación de visitas coloniales.  De la provincia de Tunja y de los partidos de la palma. Muzo, Vélez y pamplona.  Imprenta Departamental. Tunja 1948.  Visitador Juan de Villabona y Zubiaurre. Pag 144-145

3.      Oviedo, Basilio de: Cualidades y Riqueza del Nuevo Reino de Granada, Imprenta Nacional, Bogotá, 1930, ibídem, págs. 126 y 151.

4.      Rochereau, Pere H:  Sepultura Indigenas.  Comunicación a la Academia Colombiana de la Historia.  Boletín de Historia y Antiguedades, Bogotá 1920, año XII, n, 144, pág. 746

5.      Aguado, Pedro fray:  Recopilación Historial, Biblioteca de la Presidencia de la Republica, Bogotá 1956, Primera Parte, t, I, Libro IV, Capit III, págs. 331 y 332.

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