García Rovira: tan cerca pero tan lejos de Bucaramanga


En la gráfica se puede apreciar la trayectoria de la vía actual y la del nuevo proyecto.

_______  VIAS PRINCIPALES PAVIMENTADAS O EN PROCESO

_______  VIAS SECUNDARIA EN AFIRMADO 36 km

_______  VIA EXISTENTE SIN AFIRMADO 9,50 km

_______  VIA POR CONSTRUIR 10,8 km


(Todos por una vía digna y segura)

Por Reinaldo Meneses Quintero (*)

¿Sabía usted que la distancia de Málaga a Bogotá en línea recta es de 270 kilómetros y la distancia de Málaga a Bucaramanga de 60 kilómetros?, pero los tiempos de desplazamiento por carretera son aproximadamente los mismos y, a pesar de estar tan cerca de la capital del departamento de Santander, gastamos mucho más tiempo que si fuéramos a Tunja o a Cúcuta que están a más del doble de distancia.

Algo anda mal, mejor dicho, mucho para nuestra provincia, y ya es hora que revisemos qué es y en lo posible darle solución, porque en estos tiempos de integración y globalización estamos aislados de nuestra capital, de nuestros gobernantes, de las universidades, de los servicios de salud, etc., es decir, de la civilización. Además, estamos de espaldas a nuestros mercados naturales y potenciales clientes que nos permitirían llevar nuestros productos a la región norte del País, es decir, a Bucaramanga y a toda la Costa Atlántica y así mejorar la economía y la calidad de vida de los campesinos de la provincia, que somos la mayoría de la población.

No es posible que nuestros antepasados tuvieran claras las rutas de comunicación y comercio con otras regiones del país, en este caso con el norte, pero la arrogancia de nuestros dirigentes e ingenieros sobre este conocimiento los llevaran a inventarse nuevas alternativas de vías por los sectores más inaccesibles y complicados, geológica y ambientalmente, ¿o no es esto lo que pasa con la carretera que pretende comunicar la provincia de García Rovira con Bucaramanga por el sector de Curos?

En la época de la colonia y durante muchos años, nuestros ancestros construyeron y utilizaron para la comunicación con la región de Bucaramanga y la Costa Atlántica varios caminos de herradura, de los cuales destacamos dos que se convierten en muy buenas alternativas que si las hubiéramos tenido en cuenta para construir nuestras carreteras, no estuviéramos viviendo las dificultades y vicisitudes que nos depara la vía Málaga - Curos.

La alternativa número uno es utilizando el valle del río Chicamocha, entre las poblaciones de Capitanejo y Cepitá, conectando con la vía que llega a Bucaramanga desde San Gil y que comunica la cuenca alta del río Chicamocha, beneficiando a las comunidades de Boyacá y Santander.

La alternativa número dos es el denominado "camino de los Chiscanos" que como su nombre lo indica, comunica a las regiones altas y más al norte de Boyacá, por el corredor Carcasí, Concepción, Guaca, Tona, Bucaramanga.

ALTERNATIVA UNO

La primera vía ancestral para comunicar la provincia de García Rovira con Bucaramanga es el camino que por el valle del río Chicamocha comunica los municipios de Capitanejo y Cepitá y que permitiría dar salida a las comunidades de los valles medios y altos del río Chicamocha en Santander y Boyacá, mediante la construcción de una carretera que actualmente es trocha en algunos sectores. Esta vía serviría a los valles de Covarachía en Boyacá, San José de Miranda, Molagavita, Onzaga, San Joaquín y Mogotes en Santander, permitiendo el desarrollo de estas tierras con muy buena disposición de aguas y climas privilegiados, aptos para la producción de frutales de alta calidad. La longitud de esta vía es de aproximadamente 50 Kilómetros, pero implica obras importantes de infraestructura, especialmente puentes de gran magnitud que la harían muy costosa.

ALTERNATIVA DOS

Es considerado el proyecto más viable y corresponde a la vía que seguiría el camino ancestral denominado "De los Chiscanos", que une al municipio de Chiscas, en Boyacá, con el sector de Berlín, por donde pasa la futura doble calzada Bucaramanga- Cúcuta. El proyecto consiste en utilizar este corredor desde la vereda El Mortiño, del municipio de Cerrito, pasando por Portachuelo hasta El Portillo, en el Municipio de Guaca y conectar por la trocha existente con la Vía Pamplona - Bucaramanga en el sector de Berlín. En tiempos más recientes, ante la evidencia de las bondades de esta alternativa, se intentó construir esta vía, pero probablemente, por intereses de tipo político y ambiental (se pretendía utilizar para explotar el carbón del páramo del Almorzadero), no se pudo llevar a cabo.

Al día de hoy cobra nuevamente importancia esta vía, toda vez que cesaron las causas de la cancelación del proyecto y ante la necesidad apremiante de darle una salida conveniente a nuestra región, es importante evaluar y tomar en consideración esta obra.

Existe prevención por parte de algunos ambientalistas por la afectación que pudiera tener una obra de este tipo al cruzar por una zona de páramo pendiente por intervenir, son aproximadamente 8 kilómetros, en su mayoría Jurisdicción del Municipio de Cerrito, que involucra la parte alta de la cuenca del río Servitá, en el sector denominado Portachuelo, por lo tanto un entorno que se debe conservar y preservar. Desafortunadamente, en la actualidad no se da esta situación y la actividad humana que allí se realiza es la más depredante y dañina con el ambiente que se pueda dar, y tener una vía permitiría visibilizar estas afectaciones por parte de toda la comunidad y tomar las acciones necesarias para revertir esta situación.


​Actualmente el valle del río Angostura o Servitá ha perdido el colchón de agua por el pisoteo de ganado ovino, bovino y equino.

En la actualidad los usos que se le dan a estas tierras son actividades de tipo pastoril (Vacunos, caballares y ovinos) de manera extensivo, sin limitación de acceso a caminos, fuentes de agua, rondas de río y humedales, a tal punto que estos últimos ya no existen o están seriamente afectados por desecación y compactación, y prácticamente no se detectó vegetación nativa o de páramo como frailejón u otras especies, por lo que más bien se requiere su reimplantación. Se hace necesario y urgente cercar la ronda del río Servitá, pues los potreros incluyen estas áreas lo mismo que los humedales que aún existen.

Entendemos que esta situación no se da porque nuestros campesinos quieran dañar el ambiente, sino por necesidad, desconocimiento, falta de educación ambiental y ausencia de las entidades del Estado y en parte por la carencia de vías de acceso y por la falsa creencia que la carencia de estas vías por si solo garantizan la preservación ambiental.

Es entendible que una vía de estas características requiere de un manejo especial, enfocado a la conservación y preservación del entorno natural y en este caso particular a hacer los correctivos necesarios para revertir la situación de abandono y deterioro ambiental.

En el momento que se suspendió su construcción, el argumento principal era la posible utilización de la vía para la salida del carbón obtenido de las minas del páramo del Almorzadero, razón muy válida, toda vez que estas actividades de tipo extractivo en estos ecosistemas frágiles tiene afectaciones severas en el medio ambiente, tanto en los procesos de explotación como disposición y transporte, hasta los puertos de la costa para su exportación; en la actualidad ya no existe esta amenaza por la reglamentación existente que prohíbe este tipo de minería en los páramos del país y la vía se proyectaría solo para el transporte local y como corredor eco turístico y ambiental.

Características de la obra

El proyecto  consiste en habilitar la vía existente en el tramo que de Cerrito conduce hasta el sector de la cascada del río Servitá, pasando por Jurado, Corral Falso y EL Mortiño, en una longitud aproximada de 14 Kilómetros y el tramo de vía existente entre el sector El Portillo – Berlín, de unos 27 kilómetros. Además, se disfrutaría de la futura doble calzada Berlín - Bucaramanga. Lo anterior se conectaría con la apertura de nueva vía en una longitud aproximada de 11 Kilómetros en los sectores El Salto - Portachuelo - Perico- Las Cruces. La vía pasaría por una topografía muy conveniente y estable, permitiendo construir una vía con muy buenas especificaciones geométricas tanto de alineamientos como pendientes y curvaturas que permitiría viajar a velocidades medias de al menos 50 Kilómetros por hora, con lo que se lograrían tiempos de desplazamiento dese Cerrito a Bucaramanga de menos de 3 horas, o sea, menos de la mitad del tiempo que se gasta por la vía actual, sin exponernos a abismos y despeñaderos y por lo tanto, una vía más segura.

La vía se construiría por un corredor de suelos muy firmes en el que se requiere muy poco movimiento de tierra, cortes de poca altura y taludes estables, la escasa presencia de corrientes de agua por donde pasa el proyecto, hace que no se requieran estructuras de mayor envergadura, si acaso un pontón para el paso del río Servitá, por lo demás, solo obras tipo box-coulvert y alcantarillas y algunos pequeños muros de contención en concreto y/o gaviones.

En estas condiciones, los estimativos de costo de rehabilitación, rectificación y ampliación de vías existentes como de apertura de vía nueva, obras de arte, conformación de calzada y base granular desde el sector de El Mortiño a Berlín en aproximadamente 60 kilómetros, más los costos de manejo ambiental y obras complementarias de tipo paisajístico y de promoción turística, llegarían al orden de 50 mil millones de pesos, la pavimentación y señalización para una vía totalmente terminada se estima en unos 120 mil millones de pesos, apropiando buena parte de estos recursos en el manejo y recuperación ambiental, aunque para contribuir a la preservación del ecosistema, el nuevo tramo construido se dejaría sin ningún tipo de pavimento.

En ambas alternativas la construcción de las vías no genera gran impacto ambiental en su proceso constructivo, pues al evitar las laderas de nuestros valles no requieren movimientos significativos de tierra ni atraviesan zonas geológicamente complejas que afecten constantemente su estabilidad, como ocurre con la vía Málaga - Curos.

Igualmente, al ser construidas por corredores de topografías más planas permite diseñar vías con muy buenas especificaciones geométricas de pendientes y curvatura, garantizándose así distancias de recorrido más corto y altas velocidades de circulación que se traduce en menores tiempos de recorrido.

JUSTIFICACIONES

Es bien sabido el nivel de pobreza y miseria en el que viven los habitantes de las provincias de García Rovira y Norte de Boyacá, en especial nuestros campesinos. Contamos con buenos recursos hídricos, buenas tierras y un clima privilegiado tipo mediterráneo, tal vez único en Colombia, por lo que en buena parte se debe a la carencia de vías que nos permitan colocar en tiempos razonables nuestros productos agrícolas en los mercados de Bucaramanga y el Norte del país.

La modernidad y la promoción de buenos hábitos de alimentación han llevado a que los principales productos de consumo del sector agrícola sean los perecederos como frutas y verduras, pero ante la imposibilidad de encontrarles mercado rápido su producción se termina dañando y perdiendo, pues el consumo en la zona no tiene la capacidad de absorberlos y por lo tanto el campesino termina por dejarlos perder o venderlos a costos no competitivos que en muchos casos los lleva a la quiebra y a optar por no sembrar más, perdiéndose así la vocación agrícola de nuestras comunidades, como ha venido sucediendo. Esto se ha convertido en un círculo vicioso de pobreza y miseria que aunado a la falta de presencia del Estado, en especial en asistencia técnica, hace que esta condición sea cada vez más crítica.

Bucaramanga es una ciudad que ha venido teniendo un crecimiento poblacional muy importante, demandando insumos y alimentos frescos que podemos producir pero no podemos ofrecer por falta de vías de acceso rápido, y solo nos quedan otras capitales igualmente distantes y muy competidas en cuanto a oferta de estos productos. El progreso de Bucaramanga también se ha visto en otros renglones como la educación y especialmente servicios médicos con clínicas y hospitales de primer nivel, pero que nosotros vemos muy lejanos por las dificultades de movilidad, especialmente cuando se requieren servicios de urgencias, lo que hace perder esta connotación y nos toca resignarnos a tomar servicios médicos locales de baja calidad o que nuestros pacientes se nos mueran en el recorrido por la trocha Málaga - Curos, como sucede frecuentemente.

En los últimos 10 años la actual carretera que comunica la provincia de García Rovira con Bucaramanga ha recibido inversiones que superan los 300 mil millones de pesos, sin que a la fecha estas intervenciones se hayan reflejado en mejoras significativas que impliquen menos tiempos de desplazamiento. Actualmente se está construyendo un puente de tipo atirantado (680 metros de largo) por un valor cercano a los 100 mil millones de pesos sobre la quebrada La Hisgaura, en una zona geológicamente inestable que por lo tanto no garantiza un adecuado funcionamiento en el futuro, además que este tipo de estructuras requieren un mantenimiento oneroso durante su vida útil, haciendo necesaria la reposición de las guayas de soportes con el tiempo. Se estima que la inversión necesaria para la adecuación y pavimentación de toda la vía supera el billón de pesos y aun así, terminaría siendo una vía de geometría complicada, velocidades medias bajas y sin reducción significativa de los tiempos de desplazamiento.

PROPUESTAS:

Evaluar la posibilidad de terminar la construcción de estas vías bajo el concepto de vías de connotación eco turísticas, ambiental y social que nos permita a todos los habitantes de este país acceder a uno de los paisajes y entornos más espectaculares de nuestra geografía, en un ambiente de preservación y convivencia con los ecosistemas existentes, con el objetivo de rescatarlos y mejorarlos para disfrute y beneficio de nuestros descendientes; y a la vez, permitir redimir esta región de la pobreza y miseria en que habitualmente hemos vivido por falta de oportunidades de darle adecuado uso a nuestros recursos humanos, climáticos, suelos, hídricos, etc., por la carencia de vías para ofrecer nuestros productos agroindustriales en los mercados del resto de Santander y la costa atlántica que deberían ser nuestros clientes naturales.

De nada vale decir que contamos con unos paisajes especialmente hermosos para ofrecer a turistas nacionales y extranjeros, si ni siquiera nosotros podemos apreciarlos; además, este turismo también debe incluir el conocer nuestras gentes, nuestras costumbres, nuestros productos, nuestra forma de vida, nuestras miserias y/o éxitos. Por ahora son miserias pero el propósito de proyectos de este tipo sería revertir la situación para que las comunidades prósperas y exitosas también sean un orgullo para mostrar.  

Molagavita, San  Andrés y Guaca privilegian la vía Málaga - Curos, sin embargo, las alternativas propuestas, en especial la de Cerrito – Berlín, no ignoran a estas comunidades y es relativamente fácil integrarlas, ya que existen vías de conexión que los comunican con el corregimiento Berlín (solo requieren mejoramiento) y acortan notablemente sus tiempos de conexión con Bucaramanga.

Las inversiones hechas en la vía a Málaga - Curos en los últimos tiempos, hubieran sido suficientes para construir tres o más veces la vía El Cerrito - Berlín y tener ya resueltos nuestros problemas de movilidad.

Nunca será tarde para insistir en la construcción de este tipo de soluciones y nos corresponde a la actual generación reclamar para su realización y que las futuras las puedan disfrutar a plenitud, en un entorno de prosperidad y sana convivencia con el medio ambiente.

(*) Ingeniero Civil

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