No actuó sola, pero sí fue la única que se disfrazó de religiosa para cometer el asalto muy al estilo de la película The Town, dirigida por Ben Affleck. (Imagen tomada de Internet).
Por Lorenzo Lizarazo – Ecolecuá
En el caso de la capital comunera, no hubo un gran director de cine para hacer el guión del robo que resultó exitoso.
Este es el tema más comentado en las últimas horas en ese municipio donde otras monjas, ellas sí reales, permanecen enclaustradas orando por el perdón de quienes pecan.
Y en el asalto del barrio La Floresta, tampoco fue necesario vincular a una gran actriz de cine para engañar a las víctimas y cometer el asalto, pero como sucedieron los hechos, si resulta lógico que hubo un trabajo previo de inteligencia criminal.
Se trata de delincuentes comunes, quizás con antecedentes, (¿quién lo sabrá?), porque huyeron con el botín sin dejar rastro.
Serían las 11 de la mañana de este viernes, cuando una mujer con cofia y túnica llego a la vivienda ubicada en la calle 3 sur, número 11 – 16 de Socorro a pedir un vaso de agua, con mirada y voz de piedad.
La mujer que salió a su encuentro, de unos 70 años, la atendió sin reparo alguno y se dirigió a la cocina a servirle la bebida, sin saber que otra era la sed que animaba a la advenediza.
Y mientras se ocupaba de ese menester doméstico, los cómplices de la impostora ingresaron a la vivienda y la redujeron a la impotencia.
De inmediato registraron el inmueble y encontraron 78 millones de pesos en efectivo que se llevaron junto con un revolver Smith & Wesson calibre 38 y una caja de municiones.
Ese fue el inventario que formó parte de la denuncia que interpuso Jesús Monsalve Pico, quien dijo a las autoridades que el dinero lo tenía disponible para un negocio.
Así, Socorro entra a la historia de los casos exitosos de falsas monjas que logran asaltos millonarios como sucedió en 1963 en Uruguay y en 2011 en Chicago, solo que esos hechos ocurrieron en bancos.
