OPINIÓN: “Y la vacuna… ¿para cuándo?”

Por Rubén Darío Rodríguez López

El manejo y la socialización del plan de vacunación en Colombia contra la COVID-19, ha sido lo más parecido a una obra de teatro que contiene drama, mentiras, intrigas, anuncios, denuncias y hasta asomos de corrupción, todo un tire y afloje entre gobierno, gremios médicos, científicos, políticos y medios de comunicación.

El 18 de diciembre de 2020 el presidente Iván Duque anunció que el gobierno había adquirido 40 millones de vacunas contra el virus y que la inmunización comenzaría en el país en las primeras semanas de 2021. "se ha cerrado el acuerdo con la farmacéutica Pfizer para la adquisición de 10 millones de dosis. También el acuerdo con la farmacéutica AstraZeneca para la adquisición de 10 millones de dosis. Y también hemos cerrado nuestro acuerdo a través de la plataforma Covax para adquirir 20 millones de dosis", anunció el presidente Duque en ese entonces. Una vez anunciado esto, algunos Senadores y medios de comunicación empezaron a solicitar, acudiendo a los principios de transparencia y de derecho a la información, los respectivos contratos de la compra de estas vacunas, pero hasta la fecha no ha sido posible conocer si de verdad existen contratos, o acuerdos o promesas de compra, etc.

Toda esta confusión, generó una aclaración de parte de la presidencia de la República y fue así como el propio presidente Iván Duque, el pasado 12 de enero, en el XII Foro Ministerial para el Desarrollo en América Latina y el Caribe, dijo que, "se estarán cerrando contratos en los próximos días, y empezaremos en el mes de febrero un proceso de vacunación". Lo anteriormente expresado es totalmente diferente a lo anunciado en diciembre, hay una gran diferencia entre "un acuerdo cerrado (dic/2020) y "cerrando un contrato en los próximos días (ene/2021), cualquier abogado sabe que son dos cosas totalmente diferentes.

Ahora, el Ministro de Salud, a quien vale la pena reconocerle su impresionante capacidad de trabajo y su enorme paciencia, ha tenido que salir a calmar la tormenta de críticas que se lanzaron ante tanta desconfianza que generaron estas contradicciones, anunciando que no es posible dar fechas concretas sobre el inicio del plan de vacunación; si bien existe un cronograma y define la priorización de la manera en que se va a vacunar a la población, no hay fechas totalmente definidas.

Suponiendo que todo lo anterior ha sido superado y que la vacuna finalmente llegara al país en los próximos meses, está claro que el manejo y la logística del desarrollo del Plan de vacunación es todo un reto para el sistema de salud colombiano.

Como primera medida, se necesitan unos "ultracongeladores", los cuales exigen unas condiciones diferentes de disponibilidad de fluido eléctrico, el cual, en muchas ciudades, especialmente en la Costa Atlántica y en muchas regiones apartadas del país es muy intermitente. El Gobierno está gestionando la adquisición de 44 equipos de estas características, de los cuales 2 llegaron esta semana para instalarse en Bogotá, en una bodega que ha dispuesto el Ministerio de Salud en la zona franca de la capital del país, los otros 42 equipos están en proceso de fabricación y llegarán posteriormente.

De acuerdo a lo expresado por el Viceministro de Salud, Luis Alexander Moscoso, en el programa diario de televisión del gobierno, "Prevención y Acción" del pasado 22 de diciembre, "vacunar a más de 50 millones de personas no es una tarea fácil" y explicó la ruta que manejará el gobierno para distribuir y aplicar la tan anhelada vacuna. "Todos los lotes de vacunas llegarán al aeropuerto El Dorado, dependiendo del acuerdo pactado, algunas serán transportadas directamente por el laboratorio hasta algunos centros de acopio departamentales, como es el caso de las vacunas de Pfizer, quien incluye la logística de transporte hasta estos sitios, los demás acuerdos solamente llevarán la vacuna hasta la capital del país".

Gerardo Burgos, secretario general de Minsalud, aseguró que confía en la logística propuesta, ya que todo el proceso se realizará a través del programa ampliado de inmunizaciones (PAI), que existe desde hace 40 años. "Esta institucionalidad, desarrollada desde este programa, es la que nos va a permitir administrar y llevar la vacuna a todos los colombianos".

Sin embargo, la Ms. epidemióloga y especialista en salud pública, Silvana Zapata Bedoya, considera que el Plan está muy bien escrito, pero llevarlo a práctica implica ajustar primero muchas debilidades de logística, especialmente al pensar llevar la vacunación a las zonas más dispersas del país. Entre otras, resalta que, "las IPS habilitadas por Minsalud y que cumplen con todos los requisitos (códigos) y que han venido manejando el PAI, solamente se encuentran en las ciudades capitales de departamento y para implementar en municipios pequeños y alejados se necesitaría un equipo extramural que muy difícilmente pueden ofrecer los hospitales, centros de salud e IPS de estas zonas apartadas. Pone el ejemplo de una persona de 80 años que vive en una vereda apartada hasta 6 horas de camino de un centro poblado, no iría voluntariamente a buscar la vacuna, lo que implicaría que, en muchos de estos casos, se tuviera que armar toda una logística de refrigeración que complicaría la cobertura real del programa de vacunación. Adicionalmente, los requisitos de experiencia y de complejidad que exige el programa para COVID-19, también implica más personal en cada prestador, entre vacunadores y digitadores. En fin, manifiesta que la operatividad del programa en estas zonas, no se realizará en pocos meses, tal vez años. Según el plan, es necesario que las personas llamen al prestador del servicio para agendar una fecha y hora de aplicación y disponer de 30 minutos para esperar cualquier reacción y así para la próxima dosis.

Todo lo anterior deduce que la vacunación en zonas alejadas de los ultracongeladores, de las ciudades capitales, va a ser una utopía y no será inmediatamente, vale la pena recordar que la vacuna, una vez retirada de esos centros de frío, puede mantenerse hasta 5 días a temperaturas entre 2 y 8 grados centígrados, pero después de este tiempo, se daña.

Por estas razones, apreciados ciudadanos de municipios de provincias apartadas, lejanas, sin vías, incomunicadas, con servicios de salud deficientes, no deben ilusionarse mucho con que la vacuna contra la COVID-19, llegará muy pronto a sus municipios, más aún cuando se pensaba que la pandemia iba a unir a Colombia, a sus instituciones, a sus gobernantes, a sus ciudadanos, para salir de esta dura crisis, pero vemos que los egos, la politiquería y la corrupción se  han profundizado más con la pandemia. La presidencia y los gremios de la salud, por caminos diferentes, unos argumentan que primero la economía, otros que primero la salud y Gobernadores y Alcaldes compitiendo y enfrentándose entre ellos a ver quién tiene más poder y muchos servidores públicos demostrando que les quedó grande ser ejemplo de ciudadanos y fueron los primeros en violar las normas que ellos mismos decretaron.

No queda más que recalcar en que las medidas de seguridad, tan simples como usar el tapabocas, mantener las distancias y lavarse las manos, son los únicos recursos inmediatos que se tienen y se tendrán, para controlar los contagios y evitar tener que llegar a necesitar una UCI donde será seleccionado dentro de otros muchos pacientes, para ver si le asignan un cupo que le pueda salvar su vida. Esto tan fácil, sólo depende de cada uno y de nadie más.

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