Bucaramanga, 23 de abril de 2021.- Investigadores de la Escuela de Diseño Industrial y Medicina de la Universidad Industrial de Santander, crearon una nueva trampa biodegradable de uso común para capturar y eliminar zancudos vectores de enfermedades humanas como el dengue, la malaria, la fiebre amarilla y también la leishmaniasis. Este invento fue recientemente patentado en Colombia por la Superintendencia de Industria y Comercio- SIC.
Este es el resultado del trabajo de grado de la
Diseñadora Industrial de la UIS, María Fernanda Vidal Espinel, bajo la
dirección de los profesores Héctor Julio Parra Moreno de la Escuela de Diseño
Industrial y Jonny Edward Duque Luna del Departamento de Ciencias Básicas de la
Escuela de Medicina, quienes por varios años se han dedicado al desarrollo de
soluciones sostenibles y no contaminantes que permitan monitorear este tipo de
vectores, también conocidos como culícidos, que atentan contra la salud de las
personas.
En la actualidad existen en el mercado diferentes
tipos trampas para la captura de estos insectos, sin embargo, la mayoría de
ellas tienen poca vida útil, son costosas y requieren el uso de componentes
eléctricos para garantizar su funcionamiento. Esta trampa fue diseñada en un
material de cartón y acetato biodegradable para ser armada fácilmente, puede
ser usada por cualquier persona en ambientes domésticos o comerciales, es
económica y no representa ningún tipo de riesgo para la salud y el medio ambiente.
Inicialmente fue creada para el control y eliminación
de zancudos como Aedes aegypti, pero con el tiempo sus inventores la adaptaron
para ser usada en condiciones rurales y permitir atrapar otros vectores
importantes que predominan en estas regiones, como los que transmiten la
malaria y la fiebre amarilla.
Según María Fernanda Vidal, egresada UIS y creadora de
la trampa, el dispositivo ya fue puesto a prueba en diferentes estudios en
campo y laboratorio, y se logró comprobar su efectividad, especialmente en la
captura de flebótomos, los mosquitos transmisores del parasito de la
leishmaniasis, una enfermedad que, según la Organización Mundial de la Salud,
afecta principalmente a las poblaciones más pobres del planeta.
Una trampa biodegradable en forma de pirámide
Según los creadores, la trampa tiene varias
características que la hacen única en el mercado y más eficiente para la
captura de mosquitos, machos y hembras. Fue diseñada con una forma piramidal,
tipo embudo, para garantizar que su entrada fuera más ancha y permitiera el
ingreso de una mayor cantidad de insectos.
Tiene cuatro ventanas de acetato que contienen un
adhesivo especial y orificios por donde circula el aire para simular posibles
salidas para el zancudo. Una de las características más importantes de esta
trampa, es que incluye una mezcla entre cebo y gel de sacarosa, que debe ser
puesto en su interior para simular un ambiente acuático similar al criadero de
los zancudos que atrae a los insectos, especialmente a las hembras,
permitiéndoles sentirse seguras para ingresar y depositar allí sus huevos.
“Las trampas que existen en el mercado son muy costosas;
una trampa comercial que se dedique a capturar específicamente hematófagos
tiene un costo extremadamente alto de aproximadamente un millón de pesos; la
nuestra no utiliza ningún dispositivo electrónico y está pensada en la biología
del insecto, con materiales que son reciclables y bastante económicos, lo que
hace que pueda llegar a costar alrededor de 2.500 pesos cada una”, aseguró el
profesor Jonny Duque.
El dispositivo conserva los colores rojo y negro, que
han sido utilizados por los investigadores UIS en otros tipos de trampas,
asegurando que este tipo de contraste le facilite la localización del cebo y
substrato de ovoposición a las hembras de estos insectos. Está hecha de cartón
y acetato biodegradable que no representa ningún tipo de riesgo o contaminante,
se deja armar y desarmar fácilmente, y puede ser ubicada en cualquier lugar sin
ningún problema. Puede durar de 15 días hasta un mes, dependiendo de las
condiciones climáticas de la región.
Para los inventores UIS, este dispositivo fue creado
para simular un ambiente seguro para los insectos, especialmente para las
hembras. “Ellas se sienten atraídas por el cebo que hay en el interior porque
lo perciben y también localizan el gel que es un substrato como agua y ahí
depositan los huevos que finalmente nunca llegan a reproducirse. Cuando intenta
salir por alguna de las ventanas de acetato, atraídas por la luz y el aire que
fluye por los orificios, la hembra queda pegada en las laterales”.
12 años dedicados al diseño de trampas para insectos
Esta patente es un logro más que evidencia el interés
de la comunidad científica de la Universidad Industrial de Santander para
atender las diferentes problemáticas presentes en la sociedad, pero también
representa los esfuerzos de más de 12 años de los profesores Jonny Edward Duque
Luna del Centro de Investigaciones de Enfermedades Tropicales -CINTROP y Héctor
Julio Parra Moreno del Grupo de Investigación INTERFAZ, dedicados al diseño de
soluciones para las comunidades afectadas por enfermedades tropicales.
“Esta sería nuestra tercera patente con trampas
diseñadas para mosquitos, pero esta última tiene mejoras comparadas con las
anteriores, mejoras en su estructura, ensamblaje y en su sistema de atracción,
debido a que combina el cebo y un sustrato que sirve como gran atrayente, y que
la hace resaltar frente a las demás. Hay unas trampas que tienen una
funcionalidad interesante, pero permiten que el insecto sobreviva y se corre el
riesgo de que se vuelva un criadero, en este caso, el insecto coloca un huevo
que no tiene forma de desarrollarse y, además, cuando va a salir queda pegado y
muere. Acá, no solo capturamos hembras, sino también machos, y con esto
buscamos reducir la población”, mencionaron al respecto.
Para los investigadores, su principal objetivo es que
estos dispositivos puedan ayudar a solucionar el problema de las enfermedades
transmitidas por insectos y pueda ser adquirida fácilmente por cualquier
persona a un precio económico.
“Nosotros no solo hacemos trampas, hacemos diferentes
tipos de investigaciones relacionadas también con el diseño de insecticidas y
repelentes, y actualmente estamos desarrollado otras estrategias de alto nivel
tecnológico, como el estudio de supresión de insectos, mediante edición
genética vía sistemas CRISPR/Cas, con la intención de reducir las enfermedades
como herramienta en el combate de estos vectores”, comentó el profesor Jonny
Duque.