OPINIÓN: “Colombia necesita inmunidad de rebaño para dos pandemias”

Por Rubén Darío Rodríguez López

La "inmunidad de rebaño" (también conocida como inmunidad comunitaria) ocurre cuando una población se hace inmune a una enfermedad. Ya sea por la existencia de una vacuna o por exposición, en la medida en que el porcentaje de personas inmunes va en aumento, la probabilidad de que una persona que es contagiosa se encuentre e infecte a una persona que no sea inmune, disminuye. Llega el momento en que las probabilidades de propagación de la enfermedad son tan bajas, que se considera que esa población ha adquirido "inmunidad de rebaño".

Según expresó el Ministro de Salud de Colombia, para poder pasar la página del Covid se necesita tener una inmunidad de rebaño, eso significa tener el 70% de la población vacunada o que este mismo porcentaje de población se pueda infectar; lo que, para Colombia, sería una población cercana a los 35 millones de personas. A junio 13, en Colombia, según datos de Minsalud, se han contagiado 3.753.224 personas, han fallecido 95.778 y se han aplicado 12.917.941 de vacunas, de los cuales solamente 3.800.204 han recibido las dos dosis necesarias para su inmunidad, esto sería que, a la fecha van inmunizados solamente el 9,2% desde que se inició la vacunación. Un panorama desalentador, porque llegar a este punto, que es actual objetivo del gobierno, puede durar hasta un año o año y medio más, dependiendo de que aumente la capacidad de vacunación diaria actual, por lo que tendremos pandemia de Covid para rato.

Pero hay otra inmunidad de rebaño de otra enfermedad, que no precisamente es un virus, sino que parece un cáncer, y es el cáncer de la corrupción, que está muy lejos de llegar. Esta pandemia también está haciendo estragos en Colombia. Al igual que la del covid-19, ésta también ha generado en Colombia huecos fiscales, pobreza, miseria, ha acabado con pequeñas y medianas empresas, y al parecer el rebaño se ha acostumbrado a su contagio, permitiendo que haga metástasis en todos los poderes del Estado, el Ejecutivo, el legislativo y el judicial, e inclusive, en el mal llamado cuarto poder que es el periodismo.

Este rebaño de colombianos se contagió desde hace muchos años con esta enfermedad que carcome día a día los recursos públicos; también ha sido liderado durante muchos años por unos lobos disfrazados de ovejas, que se cubren de apellidos y abolengos, y cada cuatro años logran convencer a grandes manadas de borregos, que si cambian de líderes, al rebaño se lo van a devorar unos lobos feroces que van a acabar y a destruir sus potreros, les van a arrebatar sus nidos y todas sus pertenencias y los van a dejar en la calle.

Pero la corrupción ha contagiado al rebaño en segmentos poblacionales, no a todos les ha pegado por igual; por ejemplo, a un pequeño grupo de borregos ya adultos y avivatos los ha vuelto empresarios o mejor, mercaderes de elecciones y son los que financian las campañas de sus líderes, para después cobrar a través de contratos estos recursos con unas ganancias exponenciales. Sus empresas salen de la nada y en solo cuatro años se vuelven "cacaos" de la contratación, generalmente llevan tras bambalinas familiares de los lobos disfrazados de ovejas y en algunos sectores se les conoce como "borregos de bien".

A otro grupo de borregos, no tan viejos, pero sí, en etapa de producción, la corrupción les ha pegado de manera diferente, convirtiéndolos en los que eligen, porque les den un contrato de trabajo, no importa que no les toque trabajar, pero que en cada elección se acomodan y van haciendo carrera para ocupar cualquier cargo o cualquier orden de prestación de servicios, entre menos estudios tengan, tienen mayores posibilidades de ocupar grandes cargos del Estado. Votan por el que les asegure la chambita, es un grupo más grande que el anterior, pero mueve grandes maquinarias y hasta se hacen matar por defender a sus lobos disfrazados de ovejas. 

Después de contagiar a estos grupos, la corrupción también ha llegado hasta los borregos menos desarrollados, a los que se les llama comúnmente "zutes", que son los más débiles, los más desprotegidos. Los hay de todas las edades y de todas las clases, quienes al ver que los grupos anteriores del rebaño se atragantan de recursos públicos, no tienen más opción de elegir a los que les brinden un tamal, un ladrillo, un bulto de cemento o un billetico cualquiera, o cualquier migaja o sobra. Son subordinados, generalmente de unos borregos más vivos que los empeñan y sus votos son vendidos al mejor postor.

Sin embargo, después de décadas de manipulación, de miedo y de terror, ha salido una generación de corderos, jóvenes, que están tratando de no contagiarse de esta enfermedad que ha perjudicado a muchas generaciones de tiempo atrás. Estos corderos están alzando su voz de protesta y no están dispuestos a seguir conviviendo con esta pandemia, quieren que de una vez por todas se les brinde una oportunidad de tener una vida mejor, sin corrupción, con mejores oportunidades, con más igualdad, con menos pobreza.

Pero hay borregos más zorros y han saboteado las protestas de los corderos, se han infiltrado para vandalizarlas, otros las han manipulado para sacar réditos preelectorales, y los borregos contagiados de la corrupción han querido demeritar a los corderos, descalificándolos, tildandolos de vagos, de malandrines, de desocupados, en fin, han querido hacer ver que los corderos son los equivocados. Durante las protestas resultaron enfrentados y matándose entre el mismo rebaño, mientras los lobos disfrazados de ovejas atizaban el enfrentamiento desde sus redes sociales. Al final, todos, borregos y corderos, salieron perdiendo y ganaron los de siempre, los que están carcomidos de corrupción.

Para esta pandemia no existe vacuna, pero si existen dos posibilidades para su inmunidad:  una que la podría controlar y es a través de la Justicia, pero a ésta también la carcome la corrupción y la otra que la puede exterminar, es el voto popular, que precisamente ha sido manejada por los borregos contagiados y no ha sido aprovechada por los corderos que quieren el cambio. 

¿Ya inscribieron la cédula?


Libre de virus. www.avast.com

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