“… no olvidar la cercanía a los pobres,
consciente de que todo está interconectado
y todo necesita cuidados en este planeta…”
Fráncico I, septiembre 17 de 2022
Diálogo del Papa con los nuevos obispos.
El Vaticano.
En un territorio, el cual no nos cansamos de describir, qué
continuamente sorprende por su caracterización llena de historia, mucho antes a
1.541 cuando se fundan los municipios de Málaga, Capitanejo y El Cocuy; llegando
hasta 1.976, cuando se le da dicha denominación de municipio a Sativasur;
territorio el cual integra, no solo tres provincias y dos departamentos,
también múltiples municipios aledaños, de la ribera del Chicamocha Medio, de
las estribaciones del Páramo del Almorzadero, (Comoguate), hasta la zona
oriental y nororiental de la Sierra Nevada del Cocuy, donde la cultura se ha
construido entre propios y extraños, de cierta forma se crea una idiosincrasia
propia, que desde las diferencias llega a construir un tejido social que nos
identifica.
El tiempo, las transformaciones sociales, el respeto por
las tradiciones y creencias, hoy nos lleva a identificar el nombramiento de un
jerarca de la Iglesia católica, como un hito para creyentes y no creyentes; católicos
y no católicos; que identifican al quinto Obispo de la Diócesis de Málaga Soatá,
como un líder encargado de la cohesión social, baluarte del respeto, convocante
de la solidaridad, y para muchos, líder espiritual.
Pero vamos por partes, uno de los logros de
regionalización del territorio del Chicamocha Medio, lo consolida la
Constitución de la Diócesis de Málaga Soatá, fue creada por la Bula Pontificia “Quo
Efficacius Provideretur”, del Papa Juan Pablo II, dada el siete de julio de
1987 y erigida como tal el 25 de septiembre de 1987. Tras 35 años, su dirección
ha estado en manos de los Obispos, Hernán Giraldo Jaramillo, 25 de septiembre
de 1.987 a 19 de marzo de 2.001; Darío de Jesús Monsalve Mejía, 29 de
septiembre de 2001 a 31 de julio de 2010; Víctor Manuel Ochoa Cadavid, 5 de
marzo de 2011 a 2 de agosto de 2015; José Libardo Garcés Monsalve, 29 de junio
de 2016 a 4 de octubre de 2021, - (Sede Vacante: Misael Vacca Ramírez
administrador apostólico, titular de la diócesis de Duitama-Sogamoso),
Designado Félix María Ramírez Barajas 16 de julio de 2022.
La historia reciente nos trae a la memoria, y en
contradicción, aquello de que nadie es profeta en su tierra, lo cual, alguna
vez, la idiosincrasia nos debe permitir romper, ya se están dando pasos, el
reconocimiento del liderazgo y las capacidades para clero regional; es de
anotar los nombres de:
Monseñor, Nel Hedye Beltrán Santamaría, Nacido en
San Andrés, Santander; Ordenado Obispo el 6 de junio de 1992. Monseñor, Hency
Martínez Vargas, Nacido en Málaga, Santander; Ordenado Obispo el 21 de
marzo de 2019, Monseñor, Félix María Ramírez Barajas, Nacido en Carcasí,
será Ordenado Obispo el 1 de octubre de 2022.
La designación de Obispo está constituida más allá de un
cargo en la estructura clerical de la Iglesia Católica, va a la profundidad del
concepto propio que los identifica como los responsables sacramentales, en
especial de la ordenación y la confirmación, igualmente del proceso
administrativo de una Diócesis; un Obispo ya no es aquel anciano poseedor del
conocimiento religioso, ahora es quien ha logrado ser referente pastoral dentro
de sus hermanos y esto incluye feligreses, fieles, creyentes y no creyentes; su
estructura personal y social que los identifica como referente, le da dicha
connotación respetable, más allá de la Fe Católica.
Contrario al egocentrismo de los políticos de turno, que
se hacen nombrar servidores públicos para convertirse en reyes y reyezuelos,
como ya lo hemos anotado en otras columnas, los Obispos, por convicción y por
mandato, son verdaderos pastores; “Los Obispos tienen así la responsabilidad
de predicar el Evangelio, administrar los sacramentos y guiar el rebaño de
Cristo, el Obispo es el maestro principal en la comunidad de fe. Como tal, debe
dedicarse a predicar el Evangelio constantemente. Esa prédica tiene como
objetivo iluminar a los fieles lo que deben creer y poner en práctica, mientras
la aleja de todo error que ponga en peligro la vida del espíritu. La enseñanza
del Obispo está llamada a encarnar un poderoso anuncio de los motivos de
esperanza”.
El Obispo se transforma en un servidor, más allá de su
propia vida, debe interpretar que es Pastor, sin importar cuáles y quiénes sean
sus ovejas, donde estén, cuáles sean sus dificultades; tal vez uno de esos Obispos,
en alguna de sus conversaciones destacaba: “aprendemos a hacer caso, sabemos
hacer caso, y somos felices haciendo caso…”.
Tras 35 años de existencia de la Diócesis de Málaga - Soatá,
el padre Félix Ramírez Barajas fue nombrado por el Papa Francisco como nuevo
obispo de la sede vacante; pertenece al clero de esta misma circunscripción
eclesiástica y se convierte así en el quinto prelado desde que se fundó la
diócesis en 1987.
Ha recibido junto con los nuevos obispos, la misión de no
olvidar la cercanía a los pobres,
consciente de que todo está interconectado y todo
necesita cuidados en este planeta; directriz de Jorge Mario Bergoglio, estructurada
temáticamente en los textos de Francisco I, Amoris laetitia, Fratelli tutti
y Laudato si', (La Alegría del Amor, Hermanos Todos, Alabado Sea), como
puntos clave de su pontificado, partiendo de la familia y la fraternidad
universal a través de la promoción humana integral.
Hoy, y estoy seguro de que para todos los coterráneos del
Chicamocha Medio, nos conforta una alegría encontrar un paisano, hijo de esta
tierra, hijo de esas familias que han sido capaces de arrancarle vida al campo,
fortaleza a las dificultades, Fe a las adversidades, y también, sacarles
sonrisas a los árboles.
Nuevamente debo sentir el sonar de campanas, esas que
están alegres, y que una vez más, llenan de esperanza, al depositar sobre los
hombros de Félix María Ramírez Barajas la Fe Católica, el sentir de un pueblo; y a quién siempre hemos admirado en sus 34 años de sacerdocio. Monseñor Ramírez no llega a una meta, al
contrario, inicia un camino que invitó a todos para que le ayudemos a construir.
En
sus palabras: “La Fe basada en el conocimiento, la oración, el servicio y la
humildad…”
Monseñor Félix María Ramírez Barajas.
Mucho
he repetido, hay que cambiar, “el hacer por hacer, por el saber hacer”.