CRÓNICA: “Carretera Central del Norte, 115 años y sigue en construcción”

En 1.928 se levantó, tal vez el primer "paro cívico" en la historia de Colombia, para exigir el cambio del trazado inicial y desviar la Central del Norte por Miranda y Málaga.

Por Rubén Darío Rodríguez López

Chicamocha News

La carretera Troncal Central del Norte, conocida históricamente como "Carretera Bolivariana", inició su construcción a partir del año 1905, durante el Gobierno de Rafael Reyes, trazada sobre los caminos de herradura que comunicaban a Bogotá con Caracas. Inicialmente fue construida hasta el municipio de Santa Rosa de Viterbo, pueblo natal del Presidente, en un trayecto de 230 km.

Posteriormente, en 1.916, se adelantaron los tramos hasta la ciudad de Soatá (Boyacá), atravesando el páramo de Guantiva, pasando por Sátiva y Susacón y para el año 1.927 se construyó hasta el municipio de Capitanejo, incluyendo el puente de La Palmera, sobre el río Chicamocha, adicionando un tramo de 115 Km a los construidos inicialmente. Vale la pena traer a colación la manera cómo se logró que la carretera Central del Norte llegara hasta San José de Miranda y Málaga, ya que inicialmente su planeación y su trazado no contemplaba la subida desde el sitio conocido hoy como Peña Colorada, desde donde seguiría hasta el municipio de Concepción.

Don Hernando Pardo Ordoñez, en su libro "Don Adolfo Pardo, su vida y sus industrias" nos lo relata en el siguiente resumen así: Las comisiones de estudios y trazado se habían desplazado hasta la desembocadura del río Servitá, para seguir su hoya hidrográfica en ascenso al macizo de la Cordillera Oriental, pasando por los municipios de Enciso, Concepción y Cerrito, donde debía iniciarse la fuerte pendiente hacia el páramo del Almorzadero, por razones netamente técnicas. Quedarían de esta forma aisladas las poblaciones de Málaga y Miranda, el incluir estas dos poblaciones implicaba ascender desde los 500 hasta los 2.200 msnm, lo que significaba una enorme diferencia en los costos de construcción.

Pero los habitantes de Málaga y Miranda (recién fundada en su nuevo sitio), no podían resignarse a quedar desconectados del progreso y se organizó una protesta de la comunidad, primero enviando cartas, telegramas, gestiones con parlamentarios y con el alto gobierno, debates en la Cámara, donde siempre primaban los argumentos técnicos, de por sí muy poderosos. El movimiento cívico fue tomando fuerza, las manifestaciones cada vez más numerosas parecieran no tener eco y la decisión estaba tomada, la carretera se haría siguiendo la hoya del río Servitá.

Los malagueños y mirandinos, por sus propias manos, intentaron construir a punta de pico y pala el ramal que los conectaría con el municipio de Concepción, pero sus fuerzas solo alcanzaron para abrir la trocha en un trayecto de 2 km, de los 15 que se necesitaban para empalmar con la proyección de la carretera central.

Málaga, aún sin carretera, era sitio obligatorio de paso y de descanso de los caminantes y arrieros, por eso las personas importantes se hospedaban en el famoso hotel Manrique, propiedad de don Pacho Manrique, quién en medio de sus atenciones a los célebres huéspedes, se enteró que el Dr. Rodríguez Rozo, Jefe del trazado del Ministerio, había viajado secretamente a Pamplona y regresaría de incognito por el camino de herradura, certificando el trazado final de la carretera Central del Norte.

Con anterioridad se venía tramando un plan maquiavélico ideado por el Sr. Manrique y una vez confirmada la noticia, se iniciaron los primeros movimientos del plan. Sobre el camino de Concepción a Enciso, en el sitio donde se proyectaba el ramal hacia Málaga, se hizo desaparecer hábilmente la bifurcación tapando el paso hacia Enciso, con una cerca de piedra cubierta de arbustos y muy bien camuflada, de ahí en adelante se distribuyeron parejas de campesinos a distancias no mayores de cien metros, quienes se encargaban de recibir al doctor Rodríguez Rozo y mostrarle engañosamente que ese era el camino correcto hacia Enciso, quien sin darse cuenta del engaño finalmente arribó a Málaga y en la punta del camino, en el sitio llamado El Camellón, fue recibido por una multitud de malagueños, quienes inmediatamente lo rodearon y empezaron a elevar cohetes, a hacer disparos al aire y a gritar vivas a la carretera a Málaga y a Miranda y vivas al delegado ministerial.

Ya en tremenda manifestación, fue llevado al hotel Manrique y allí, a manera de encerrona, los líderes y personas importantes del municipio le advirtieron: "Doctor, la situación es muy seria, su vida está en peligro, no hay otra solución que informe a esta gente sobre el cambio de opinión, con relación al trazado de la carretera".  Mientras tanto, en las afueras de la plaza, afilaban y hacían echar chispas a los machetes golpeándolos contra el andén, lanzaban gritos y arengas como: "muera el ingeniero enemigo de Málaga", los disparos al aire no cesaban, al punto que el Dr. Rodríguez al borde de un infarto, iba a redactar el telegrama, pero don Pacho le dijo: no se moleste doctor, aquí tengo uno ya redactado, léalo para ver cómo le parece. El ingeniero firmó todo lo que pusieron por delante y uno de los dirigentes del movimiento salió hasta la puerta principal y en voz alta leyó los telegramas, en los cuales el director de trazado manifestaba que había un error en el trazado inicial y que la carretera debería hacerse por la vía Miranda-Málaga, por ser la ruta más adecuada.  fue así como en 1.928 se levantó, tal vez el primer "paro cívico" en la historia de Colombia, reportado por el periódico Mundo al día, en la ciudad de Bogotá.

Finalmente, en 1.940 la carretera llegó a la ciudad de Málaga y continuó su trazado por la vía que hoy conocemos hacia Concepción, Cerrito, páramo del Almorzadero, Chitagá, Pamplona. El general Gustavo Rojas inició su ampliación y pavimentación en el año 1954, cubriendo el tramo hasta la ciudad de Tunja. 

Durante los últimos 25 años se ha venido interviniendo y pavimentando nuevos tramos. Entre los años 2010 y 2015 se intervinieron los trayectos del puente La Palmera hasta el municipio del Cerrito y el trayecto de Belén hasta el puente La Palmera, se construyó la doble calzada entre Briceño y Duitama. Hoy se construye la doble calzada entre Pamplona y Cúcuta, quedando por pavimentar solamente el tramo que atraviesa el páramo del Almorzadero, entre los municipios de Cerrito y el corregimiento de Presidente, del municipio de Chitagá, que abarca 23 Kms., aproximadamente.

Hoy hay una asignación cercana a los 180 mil millones de pesos para terminar este tramo, con el cual, después de casi 115 años se lograría finalizar o, porque no, esta vía lograría arrancar con una nueva perspectiva trascendental y generadora de progreso y desarrollo, no sólo para la provincia de García Rovira, sino para todo el país, especialmente los departamentos de Boyacá, Santander y Norte de Santander. 

Es el momento de impulsar un verdadero desarrollo agropecuario, el agroturismo y la reactivación económica de la región, ojalá nuestros actuales dirigentes y los que vengan estén a la altura de éste gran compromiso y pasen de los anuncios a los hechos concretos.

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