Por: Rafael Fernando Flórez “FICO”
Ubicado en lo alto de las montañas santandereanas, a más de 2.300 metros sobre el nivel del mar, el municipio de Concepción, Santander, es una joya natural, histórica y cultural de la provincia de García Rovira, sus calles, su arquitectura y la calidez de su gente lo convierten en un destino imperdible para los viajeros que buscan conexión con la tradición, la naturaleza y el sabor auténtico del campo colombiano.Siguenos en nuestro Canal FICO en YouTube y en Instagram
Durante nuestro recorrido por el municipio, que fue fundado oficialmente en 1772 (aunque algunas versiones mencionan 1773), logramos disfrutar de su parque principal, su emblemática Iglesia Inmaculada Concepción, construida entre los siglos XVIII y XIX, que aún conserva parte de los vitrales y estructuras originales como testimonio de su historia religiosa y artística.
Concepción no solo destaca por su arquitectura o su clima frío —característico de la región—, sino también por su arraigada vocación ganadera y agrícola. Su economía se sustenta en la producción de cultivos como el tomate, el fríjol, el café de montaña, el durazno, además de su reconocida cría de ovejas, que le ha merecido el título como la capital lanar de Colombia.
Sabores que cuentan historias: El Kumis de la Lonchería León
Pero si hay un elemento que despierta orgullo y atrae paladares de toda la provincia y los visitantes nacionales e internacionales, es el tradicional Kumis, una bebida láctea fermentada que se ha convertido en símbolo de identidad local. En el corazón de Concepción, frente al parque principal, se encuentra la Lonchería León, un negocio familiar con más de 50 años de historia, donde se elabora el que muchos consideran el mejor Kumis de García Rovira y por qué no decirlo de Santander.
William, nos cuenta que el Kumis se produce de manera completamente artesanal y natural, sin aditivos ni químicos, utilizando leche fresca proveniente de fincas de la región. “Aquí el Kumis se prepara como lo hacían nuestros abuelos, se deja fermentar naturalmente durante dos días, es un sabor único y puro”, explica con orgullo.
Además del Kumis, en la lonchería se preparan diariamente otros productos tradicionales como cuajada, empanadas de arveja y “amasijos” hechos con harina de maíz, en una panadería que también ha pasado de generación en generación. “Esto es historia viva, cada producto lleva el esfuerzo, la receta y el amor de mi suegra y mis cuñadas”, añade William.
Aguas termales y turismo de bienestar en Aguascalientes
Otro de los tesoros que ofrece Concepción es el paraje natural conocido como Aguascalientes, ubicado en las afueras del municipio, en la vía que conecta hacia Málaga. Allí, varios pozos naturales de agua termal emergen desde el subsuelo a temperaturas que superan los 50 °C, en medio de un entorno de vegetación nativa y tranquilidad total.
Estas aguas, ricas en minerales como el azufre, son visitadas por locales y turistas que buscan alivio para dolencias musculares, óseas o dérmicas. Algunos realizan el llamado choque térmico, pasando de las aguas calientes al agua fría del Río Servitá a menos de 15 metros, en una práctica ancestral que se mantiene viva hasta hoy.
Cultura, educación y espacios con memoria
Concepción también se enorgullece de su legado educativo. El colegio Nuestra Señora de la Concepción ha sido el pilar de formación académica para generaciones enteras. Y no menos importante, su Parque de las Ovejas, decorado con esculturas alusivas al ovino, rinde homenaje a una de sus principales actividades productivas y culturales: la elaboración de ruanas y textiles derivados de la lana.
En un rincón más apartado, también conocido como el Parque de los Novios, las parejas encuentran un espacio íntimo y tranquilo para compartir, lejos del bullicio, pero cerca del alma de este pueblo encantador.
Invitación abierta
Concepción, Santander, es más que un destino turístico. Es un lugar donde la historia se saborea, el paisaje se respira y las tradiciones se sienten en cada rincón. La invitación está abierta para todos aquellos que deseen conectarse con lo esencial: naturaleza, cultura, gastronomía y calidez humana.
Y como bien lo dice Don William desde la Lonchería León: “Si quieren probar el verdadero sabor de nuestra tierra salvaguardado de generación en generación, vengan por un kumis acompañado de nuestros amasijos. No hay nada más auténtico y natural que esto”.