Ayuda a otros a tener éxito: el principio eterno de sembrar para prosperar
“Envía tu grano a través de los mares y, con el tiempo, las ganancias volverán a ti.”
(Eclesiastés 11:1)
Este pasaje encierra una verdad espiritual profunda: la vida funciona bajo el principio divino de la siembra y la cosecha. Salomón nos invita a sembrar aun cuando no veamos resultados inmediatos, a confiar en que lo que damos con fe, amor y generosidad, regresará en el tiempo señalado por Dios.
A lo largo de la Biblia, este principio se reafirma constantemente:
-
Gálatas 6:7: “Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.”
-
Proverbios 11:25: “El alma generosa será prosperada; y el que saciare, él también será saciado.”
-
Lucas 6:38: “Dad, y se os dará… con la misma medida con que medís, os volverán a medir.”
Dios no solo habla de dar recursos materiales, sino de sembrar tiempo, palabras, ánimo, servicio, perdón y apoyo. Cada acto de generosidad se convierte en una semilla que Él mismo se encarga de multiplicar.
![]() |
| Diplomado Finanzas Personales y Manejo del Dinero CLIC AQUI |
🌱 Ayudar a otros también es una inversión espiritual
Cuando ayudas a otros a avanzar, Dios está trabajando en tu propio crecimiento. Hay personas a tu alrededor que poseen dones, conexiones y perspectivas que, en el tiempo correcto, serán claves para tu propio propósito. Dios nos conecta estratégicamente; nadie llega a tu vida por casualidad.
Cuanto más alto ayudas a otros a levantarse, más alto te permite Dios llegar. El éxito en el Reino no se mide por cuánto acumulas, sino por cuántas vidas impactas.
🏡 Ejemplos aplicables a la vida diaria
En el hogar
-
Escuchar con paciencia a un familiar que necesita apoyo emocional.
-
Enseñar con amor y ejemplo, no solo con palabras.
-
Sembrar palabras de afirmación en lugar de crítica.
En el trabajo
-
Ayudar a un compañero a mejorar sin esperar reconocimiento.
-
Compartir conocimiento en lugar de competir.
-
Celebrar los logros ajenos como propios.
En tus relaciones de amistad
-
Estar presente en los momentos difíciles.
-
Conectar personas que pueden ayudarse mutuamente.
-
Orar por el éxito y bienestar de tus amigos, sin envidia ni comparación.
Cada uno de estos actos es una semilla que, aunque hoy parezca pequeña, mañana puede convertirse en una cosecha abundante.
💡 Reflexión final
Hoy Dios te pregunta:
¿Qué estás sembrando en la vida de los demás?
Recuerda: fuiste bendecido para ser bendición. Cuando das de ti mismo para ayudar a otros a crecer, Dios se encarga de elevarte a nuevos niveles y conducirte hacia la vida abundante que Él ha preparado para ti.
Nuestro propósito de Vida es: Vivir la Palabra con V de Victoria.
Por: William de Jesús Vélez Ruíz [WilliVeR]
El Periódico Web
Periódico Chicamocha News
Internet Para Educar

.gif)
/hotmart/product_pictures/86e2c33c-95f1-419c-b12b-20166a4ba344/GEWEBLogo.png)



