Cuando la tierra llama por nuestra atención y cuidado


Nuestro ecosistema cada vez está más amenazado

Por Omar Leiva

Corresponsal en Bogotá

Para nosotros los humanos, la tierra es un planeta dentro de todo un universo de situaciones, de las cuales está la eventualidad más importante: es nuestra casa donde podemos vivir. La especie humana es una, entre los miles que habitan este planeta; se dice que es la única con inteligencia, pero es también la menos sabia.

Todos los humanos conformamos una sociedad en diferentes pueblos, regiones, países y continentes, que hacen de nuestra forma de vivir en comunidad el poder preservar la especie por siempre; al igual como lo hace la especie animal.

A lo largo del tiempo, desde que existe la vida humana; que es un periodo muy corto comparado con la existencia de la tierra, la humanidad ha estado ligada al dominio y manejo de los lugares donde se han asentado con sus viviendas, pueblos, ciudades y capitales. Esto se confirma hoy cuando más del 80% de la población mundial vive en las zonas urbanas y centros poblados.

Toda la riqueza natural en minerales, agua, energía, alimentos y especies se han puesto al servicio de estas comunidades, para mejorar cada vez más su forma de vida y darle más comodidades al ser humano para preservar su especie; pero también para acabarla: llámese guerras crueles y sin sentido. 

Los siglos de historia humana muestran cómo cada vez el hombre con su inteligencia, consigue el dominio de otras especies y también el aprovechamiento de las riquezas naturales para su exclusivo beneficio; creando grandes daños a los ecosistemas, animales, plantas y en muchas ocasiones su total extinción. Algo poco sabio si tenemos en cuenta que estas especies hacen parte de la casa que mantiene la raza humana y son necesarias para su sobrevivencia.

¿Qué sentimientos y pensamientos dentro de la inteligencia humana nos ha llevado por este camino llamado civilización y progreso de la humanidad, durante cientos de años?   

En realidad, pueden ser muchos, pero existen dos formas muy comunes de pensamiento y bien identificadas en todas las razas humanas: EL PODER Y EL CONOCIMIENTO; como formas de pensar prevalecientes en todos los humanos.  Una simbiosis que ha llevado a todos y todas las especies, a nuestra tragedia actual.

Son estos pensamientos y sentimientos, los cuales, en cierta forma permitieron que se perdiera la SABIDURÍA; esa misma sabiduría que nos muestra la tierra desde siempre y más aún en estos momentos de peligro para todo el planeta y que ella nos reclama, que volvamos a encontrarla.


Si la tierra siguiera en manos de nuestras comunidades indígenas, estaría más preservada

Los indígenas, nuestros ancestros, que por suerte en nuestro país existen en varias etnias, poseen esa sabiduría milenaria desde los inicios de nuestra especie y la usan para el beneficio de sus comunidades, que a diferencia de nosotros los más civilizados, viven en zonas rurales un tanto apartados de las grandes ciudades. Ellos tienen la particularidad de llamar a su casa la MADRE TIERRA, dando por entendido la Sabiduría que tienen en el conocimiento de su casa y los beneficios que ella les ofrece para tener una calidad de vida, muy diferente al concepto de calidad de vida que nosotros, los de la ciudad conocemos.  

Hoy, en el momento en que toda la humanidad está ante un reto, de vida o muerte, nos permite entender cuál es el verdadero sentido de estar en este planeta. La tierra es un ser viviente en el que podemos existir todos y todas las especies, sin tener la sensación de superioridad que una especie posee sobre otras, o peor aún, que algunos seres humanos poseen sobre otros.

Esto nos lleva a concluir que los sentimientos de PODER y CONOCIMIENTO de la raza humana, de la manera actual como los estamos viviendo, nos conducirá a la extinción total. La tierra nos llama a cambiar estos sentimientos de manera inmediata y muy comprometida, con ella y con nosotros mismos.

La gran riqueza que poseemos los humanos es la tierra, con todas sus condiciones, las que permiten que exista la vida, ampliamente conocidas y mejor valoradas cuando no las poseen otros planetas, explorados por el hombre en busca de aumentar su CONOCIMIENTO. Debemos empezar a cambiar nuestras creencias y valores, muy inútilmente manifestados desde hace años y lo que solo nos ha conducido a estos momentos de zozobra e incertidumbre.

La tierra, nuestro planeta, nuestra casa; está en cuidados intensivos, con el calentamiento global, producto de la gran contaminación causada por el hombre y sus actividades para generar RIQUEZA y PODER, buscando que el humano domine a todas las especies. Todo lo anterior está comprobado y queda demostrado, con la actual epidemia mundialmente conocida y que es el producto de la degeneración de la VERDADERA SIMBIOSIS del planeta.  ¡LA VIDA, junto a LA TIERRA! 

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