Por Eugenio Pacelli Torres Valderrama*
Corresponsal del Chicamocha News en Europa.
«Desiderata» es un vocablo en latín que significa: «Algo que se desea», y es también el título de un poema en prosa, que estoy seguro muchos de mis lectores conocen.
Cuando yo era niño, sonaba seguido en la radio, y los jóvenes de la época lo sabían de memoria. Desiderata llegó a convertirse en un himno de esperanza en la década de 1970. Lo que escuché en aquel entonces, era que su procedencia estaba rodeada de misterio. Se decía que había sido encontrada en una iglesia de Baltimore, Estados Unidos, y que databa de 1692.
El poema hubiera pasado desapercibido por completo, de no ser porque en 1971 fue grabado por el presentador Les Crane, con tan gran éxito que lo hizo acreedor a un premio Grammy.
Poco después apareció una versión en español, recitada por el actor mexicano Arturo Benavides, que se popularizó rápidamente en Latinoamérica, y es la que tantas veces escuché en mi infancia.
A raíz de la fama mundial que obtuvo, los descendientes de su autor lo reconocieron, y no fue difícil de comprobar que, en efecto, era obra de un juez y escritor norteamericano llamado Max Ehrmann (1872-1945). Aunque Ehrmann obtuvo los respectivos derechos de autor, durante una época lo incluyó como texto en sus tarjetas de navidad, sin especificar su autoría, y muchos asumieron que el poema estaba en el dominio público. Tal fue el caso del reverendo Frederick Kates, quien en 1959 lo incluyó como parte del material devocional de su iglesia, distribuyendo 200 copias, en cuyo encabezado aparecía el nombre del templo: Old Saint Paul´s Church, y la fecha de su fundación, 1692. De ahí surgió la confusión con su origen.
Aunque su procedencia no sea tan misteriosa como se creyó al principio, esto no le resta mérito, pues el poema habla por sí mismo y su influencia se mantiene hasta la fecha.
Quiero aprovechar este espacio para recordársela a quienes la conocen, y para presentarla a quienes no. En Internet abundan vídeos del audio de la época, acompañado de imágenes evocadoras.
Desiderata
Por: Max Ehrmann (1927)
Camina plácido entre el ruido y la prisa,
y piensa en la paz que se puede encontrar en el silencio.
En cuanto te sea posible y sin rendirte, mantén buenas relaciones con todas las personas.
Enuncia tu verdad de una manera serena y clara,
y escucha a los demás, incluso al torpe e ignorante,
también ellos tienen su propia historia.
Evita a las personas ruidosas y agresivas,
ya que son un fastidio para el espíritu.
Si te comparas con los demás, te volverás vanidoso o amargado,
pues siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú.
Disfruta de tus éxitos, lo mismo que de tus planes.
Mantén el interés en tu propia carrera, por humilde que sea,
ella es un verdadero tesoro en el fortuito cambiar de los tiempos.
Sé cauto en tus negocios, pues el mundo está lleno de engaños.
Mas no dejes que esto te vuelva ciego para la virtud que existe,
hay muchas personas que se esfuerzan por alcanzar nobles ideales,
la vida está llena de heroísmo.
Sé sincero contigo mismo, en especial no finjas el afecto,
y no seas cínico en el amor,
pues en medio de todas las arideces y desengaños,
es perenne como la hierba.
Acata dócilmente el consejo de los años,
abandonando con donaire las cosas de la juventud.
Cultiva la firmeza del espíritu para que te proteja de las adversidades repentinas,
muchos temores nacen de la fatiga y la soledad.
Sobre una sana disciplina, sé benigno contigo mismo.
Tú eres una criatura del universo, no menos que los árboles y las estrellas,
tienes derecho a existir,
y sea que te resulte claro o no,
indudablemente el universo marcha como debiera.
Por eso debes estar en paz con Dios, cualquiera que sea tu idea de Él,
y sean cualesquiera tus trabajos y aspiraciones,
conserva la paz con tu alma en la bulliciosa confusión de la vida.
Aún con todas sus farsas, penalidades y sueños fallidos,
el mundo es todavía hermoso.
Sé cauto. Esfuérzate por ser feliz".
*Doctor en Ingeniería, Hokkaido University, Japón. Autor de los libros "Aprendizaje Creativo", "Más allá de la Caverna" y "Libérate Escribiendo", entre otros.
