“Hablamos de educación, pero no aprendemos…”.


Si María tiene 5 naranjas, y le roban 3,

¿cuántas naranjas le quedan?

 

Alguna vez se discutía sí se estaba

enseñando matemáticas,

o, que las naranjas se pueden robar.

 

Por Germán Alfonso Garcés Mariño

Chicamocha News – febrero de 2022.

La sociedad se ha perfeccionado desde los modelos pedagógicos, independientemente de la época, circunstancia económica, política, religiosa, etnográfica, el arraigo o lo que queda de este después de la violencia.

La sociedad está estrechamente ligada a la educación; siendo territoriales, podemos escudriñar como, Laches y Chitareros se preocuparon de una u otra manera por plasmar en pictogramas o petroglifos la expresión de su cultura.

Narrar la tradición oral de los indígenas, vulnerada por la fragilidad de la memoria y los intereses del conquistador, cualquiera que esté fuera; llama la atención, la curiosidad, y en algunos casos la nostalgia por el saber. 

Pictograma Chitarero, localizado en Málaga, que vale la pena

mantener su localización en el anonimato.

Se ha repetido hasta el cansancio, que una de las mayores riquezas es la educación, es claro, al ser humano le pueden robar, quitar y usurpar sus bienes, sus enseres, su familia, pero nunca le podrán quitar lo aprendido.

La educación construye mejores seres humanos, les permite no tener límite en el horizonte y sobre todo los libera de la esclavitud de las clases dominantes.

La región del Chicamocha Medio tiene los mismos visos de formación educativa moderna poscolonial, formalizada en nuestro territorio, hace aproximadamente 480 años, quizás con la aparición de los asentamientos humanos de Málaga, Capitanejo, El Cocuy y Soatá.

No en vano, la región está plagada de placas conmemorativas con tono militar, casi todas precedidas del término General, exaltando a personajes como; José Pacífico Solón Wilches Calderón, José Santos Gutiérrez Prieto, José Custodio Cayetano García Rovira, Juan José Rondón Delgadillo; y, como era de esperarse, Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios Ponte y Blanco, Francisco José de Paula Santander y Omaña… entre muchos otros próceres, a los cuales queremos exaltar y poner de ejemplo a las generaciones que reciben formación en los claustros que llevan su nombre. Cabe anotar, casi como anécdota, que la mayoría de los estudiantes actuales, al ser cuestionados por el significado de la dedicación del colegio a determinado prócer, escasamente conocen su nombre, pero no más allá…

Mucho ha cambiado en los términos de educación, desde la narración oral, la acogida de la escritura, la interpretación, el método, la filosofía y recientemente la mezcla de ideologías; sin discriminar que estos elementos hayan aportado al enriquecimiento de la formación del ser… Periódicamente escuchamos hablar del Plan Decenal de Educación, Estructura de Mejoramiento, Sistema de Gestión de Calidad… y otra cantidad de barbarismos, que, más que mejorar, han burocratizado la educación; presento un símil, sin ánimo de ofensa, esta mezcla perversa pareciera ser el fruto de la unión entre el no tan célebre Fray Tomás de Torquemada con el temido personaje de Doña Tremebunda, suegra de Condorito.

Estos elementos han llevado, como en muchos otros procesos, a que la educación parezca ser, ya que nos dedicamos a la evidencia, el seguimiento, el formato de acompañamiento, y dejamos de lado el verdadero concepto de la transformación de las mentes, la adición de valores y la generación de nuevo conocimiento.  Y es claro, en un país que parece ser; donde la preocupación está en la imagen, el like, centrados en el aparentar y no en el profundizar.

Resulta inquietante, como casi 500 años después de la formalización de la educación, las capitales de provincia, Málaga presenta un 4% de analfabetismo, Soatá 6% y El Cocuy 7%; no se le puede endilgar este fenómeno a la pandemia, más sí, al desgobierno y a la falta de interés de la clase política.

La imitación de modelos foráneos, que no es más allá que el famoso "copia y pegue", con el correspondiente valor agregado de corrupción, es decir, las erogaciones significativas de dinero hacia asesorías, comisiones, viajes e investigaciones, han convertido el proceso educativo colombiano en una colcha de retazos, a la que el político de turno le adiciona un trapo por conveniencia.

Recientemente y con el ánimo de evidenciar la infraestructura de algunos colegios para la denominada apertura post pandemia, y la tan cacareada nueva realidad, preocupa la obsolescencia, decadencia y baja cobertura que presentan muchas de las instalaciones; qué pensarían los Generales, si su legado está representado por una casa vieja, obsoleta y deteriorada. Si a esto le sumamos el hablar de dotación, infraestructura de tecnologías y comunicaciones, hemos encontrado, y es la realidad, que en algunas escuelas no han salido de la tiza y el tablero.

Ríos de dinero a grito herido promueve la clase política, con escasos aciertos, para ser justos, podemos decir que han construido un nicho de corrupción sopesado en la educación, escándalos como el PAE, (Plan de Alimentación Escolar), se repite año tras año, el conocido caso de Centros Poblados, (al igual que en otras columnas, no quiero comprometer al Director de Chicamocha News, evitó mencionar el término Abudinear, al parecer podría ser ilegal), me refiero a la desaparición de los 70.000 millones de pesos y el limbo en que han quedado más de un billón de pesos, mientras qué profesores estudiantes y padres de familia intentan avanzar, casi que con señales de humo. Igualmente, la ausencia de planeación, al proyectar con técnica y rigurosidad la obra del colegio Nuestra Señora del Rosario de Málaga, más que avanzar, pareciera se hunde con nuestras ilusiones. Vale la pena recordar esto, justo en este período electoral.

Nuestra región ha tenido una trayectoria educativa significativa, se tienen vestigios de la existencia de una Universidad dedicada a la enseñanza del Derecho y las Ciencias Agrarias en el municipio de Concepción hacia 1800, toda vez que Alexander Von Humboldt la menciona en una de sus cartas a Bolívar, donde se excusa por su demora en su transitar hacia Tunja y permanece algunos meses en dicha institución.

Cabe recordar la hazaña realizada por Teresa Camacho de Pinto y sus contertulios, quienes emprendieron una gesta por unir al Chicamocha Medio en torno a la educación y conformaron la que se llamó: Fundación Universitaria de García Rovira Norte y Gutiérrez, sobre la cual se cimenta la sede de la Universidad Industrial de Santander en Málaga.

Mucho se podría añadir en torno a educación, se podría exaltar a gran cantidad de verdaderos maestros, nuevamente debo decir; "ni debo, ni ellas lo necesitan", pero quiero recordar el nombre de dos verdaderas maestras, dedicaron su vida a cambiar la vida de los demás, y en su nombre exaltar a todos los que aún luchan por hacer de este mundo, de este país y de esta región, un territorio de Justicia, Equidad e Igualdad, mi agradecimiento, a la Señorita María Elisa González Basto y a la Señora Julia Guarín de Barrera, quienes por fortuna aún nos acompañan.

 

Mucho he repetido, hay que cambiar, "el hacer por hacer, por el saber hacer". 

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