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CHICAMOCHA NEWS NOTICIAS
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ENERO 18, 2023
Dos
jóvenes investigadoras descubrieron que la hidroxiapatita, obtenida a partir de
la trituración de los huesos de vaca, tiene la capacidad de absorber
contaminantes presentes en aguas residuales. Es un subproducto de la industria
cárnica para sacarle provecho: no es tóxico y es biodegradable.
Las estudiantes Natalia Alzate Acevedo, de la maestría en
Ciencias-Física y Nini Valentina Naranjo Castaño, del doctorado en
Ciencias-Física de la UNAL, Sede Manizales, probaron la hidroxiapatita,
obtenida a partir de la trituración de los huesos de vaca, para medir el nivel
de adsorción que tiene este material de captar agentes tóxicos de tipo metálico
-cromo y cloruros- en el agua residual.
De acuerdo con las investigadoras, “al calcinar el hueso, se quema el
colágeno y queda la hidroxiapatita con un pequeño porcentaje de carbono. Este
es molido hasta convertirse en un polvo blanco con textura similar al azúcar o
la sal”.
“El resultado de esta molienda se mezcló con aguas sintéticas residuales
del Laboratorio de Plasma del campus La Nubia en la UNAL, sede Manizales”,
manifestaron a la Agencia de Noticias de la Universidad Nacional.
Destacaron que, “los ensayos experimentales se realizaron durante un
periodo de 24 a 48 horas y se obtuvo una capacidad de descontaminación de hasta
un 80 %”.
Según su labor de investigación, en aguas con 50 partes por millón (ppm)
contaminadas por cromo, la hidroxiapatita adsorbió hasta un 7,56% en 24 horas y
11,23% en 48 horas. Incluso, en cantidades inferiores como 10 ppm, adsorbió un
41,63% en 48 horas; y en mínimas concentraciones de 5 ppm, desde un 87% en 24
horas, hasta un 100% a las 48 horas, sin presencia de agentes tóxicos
considerables.
Las estudiantes afirmaron que, “otra ventaja de la hidroxiapatita es que
adsorbe los iones superficiales de partículas de cromo o cloruro de las aguas
residuales, pero expulsa partículas ricas en calcio, lo cual permite una
sustitución química”.
Este proceso, donde se hace uso de la hidroxiapatita, muestra un
análisis positivo y eficaz en muestras de aguas residuales, permitiendo nuevos
procesos de aplicabilidad que en la actualidad se encuentra en fase de patente
por parte de las investigadoras.
Esfuerzos insuficientes
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura (FAO), la prevención y contención de los desechos de la carne y de
los subproductos es una necesidad económica y de higiene pública.
“La principal fuente de contaminación se encuentra en las aguas
residuales de los mataderos que incluyen heces y orina, sangre, pelusa, lavazas
y residuos de la carne y grasas de las canales, los suelos, los utensilios,
alimentos no digeridos por los intestinos, las tripas de los animales
sacrificados y a veces vapor condensado, procedente del tratamiento de los
despojos”, indicó el organismo.
En Colombia, los procesos desarrollados en el sacrificio bovino en la
industria cárnica, generan alrededor de 51,41 kg de residuos de una res adulta
de 430 kg, es decir, que representan el 12% total del animal, un dato
importante si se tiene en cuenta que el país produce cerca de 800.000 toneladas,
solamente de carne de res.
Según datos de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) dicha
producción genera alrededor de 300.000 toneladas de residuos sólidos (hueso).
Aunque se realizan esfuerzos para que las plantas de sacrificio
consoliden programas de gestión ambiental, sistemas de aseguramiento del
proceso y planes de gestión integral de residuos sólidos, lo cierto es que
todavía no existe un control estricto de la disposición de residuos sólidos y
vertimientos que se generan en los procesos de sacrificio y faenado del ganado,
lo cual impacta en los recursos naturales, afectando a las comunidades.