De las ruinas al renacer: Una historia sobre segundas oportunidades

“Cuando Sofía volvió a florecer”

El peso del ayer

Sofía observaba por la ventana de su pequeño apartamento. La lluvia caía como si quisiera borrar las huellas del pasado, pero dentro de ella, nada parecía limpiarse.
Habían pasado meses desde que su matrimonio terminó y, con él, se había derrumbado todo lo que soñó. Su corazón estaba lleno de “hubiera”, “por qué” y “si tan solo”.

En las noches, el silencio se convertía en un eco de culpa y desánimo. Sofía quería comenzar de nuevo, pero no sabía cómo hacerlo. Sentía que su historia ya estaba escrita… y que era demasiado tarde para cambiar el final.

Hasta que un día, una amiga la invitó a una reunión de oración. Sofía no tenía ganas, pero algo dentro de ella la impulsó a ir.

El encuentro con lo nuevo

Durante la reunión, el pastor leyó en voz alta:

“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” (2 Corintios 5:17)

Aquellas palabras parecieron atravesar las capas de dolor que Sofía había acumulado. Se dio cuenta de que había intentado “reparar” su vida, cuando lo que realmente necesitaba era ser renovada desde adentro.

Esa noche, por primera vez en mucho tiempo, oró con sinceridad:
—“Dios, no quiero solo salir adelante… quiero volver a vivir. Crea en mí un corazón nuevo.”

Las lágrimas que corrían por su rostro no eran de tristeza, sino de liberación.

Durante los días siguientes, algo cambió. No de golpe, pero sí de manera profunda. Sofía comenzó a escribir nuevamente, retomó su trabajo con otra actitud, y decidió perdonar —no solo a los demás, sino también a sí misma—.

Comprendió que su historia no había terminado… apenas estaba comenzando.

El florecer del alma

Un año después, Sofía caminaba por el parque con una sonrisa serena. Había plantado un pequeño jardín frente a su casa, y cada flor le recordaba algo: la renovación no siempre ocurre de inmediato, pero llega cuando el corazón se abre a Dios.

Ahora, cada mañana, antes de salir a trabajar, pronunciaba su oración favorita:

“Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio.”

Ya no temía al pasado. Porque había entendido que Dios no la había llamado a “arreglar” su vieja vida… sino a vivir una nueva creación.

Lección para la vida 🌿

A veces, los nuevos comienzos no llegan cuando todo está listo, sino cuando finalmente soltamos lo que nos ata.
Dios no busca perfección, sino disposición. Él puede transformar tu culpa en propósito, tu dolor en testimonio, y tu historia rota en una historia redimida.

Cuando permites que Él renueve tu corazón, no solo cambia tu vida… cambias tú. Y eso lo cambia todo.

Nuestro propósito de Vida es: “Vivir la Palabra con V de Victoria.”

Por: William de Jesús Vélez Ruíz [WilliVeR]

El Periódico Web
Periódico Chicamocha News
Internet Para Educar


    ¡Únete a esta travesía de autoexploración y motivación! 
    Despierta tu poder interior y descubre la maravilla de vivir cada día con propósito y pasión. 🚀

ChicamochaNews.net - Multilenguaje