“Él Promete Paz”
Basado en Salmo 85:8
"Escucharé lo que dirá Dios el Señor, porque hablará paz a su pueblo y a sus santos, para que no vuelvan a la locura."
🌿 Una promesa que calma el alma
Querido seguidor de La Promesa Diaria, ¿cuántas veces te has sentido en medio del ruido interior, deseando tan solo un instante de calma? Las preocupaciones, las decisiones que no sabes cómo tomar, los conflictos que parecen no tener fin… todos pueden robarte la paz. Pero el Señor, en Su amor, no te promete ausencia de problemas, sino presencia de paz en medio de ellos.
El salmista dice: “Escucharé lo que dirá Dios el Señor”. No dice “hablaré” ni “me quejaré”, sino escucharé. Y allí está la clave: cuando callamos nuestra ansiedad y abrimos el oído del corazón, Dios empieza a hablar.
Su voz no siempre retumba como un trueno; muchas veces susurra en forma de dirección, consuelo o advertencia. Pero Él siempre habla.
A lo largo de la Biblia, encontramos que la paz no es un sentimiento temporal, sino una condición espiritual que nace de la comunión con Dios.
📖 En Isaías 26:3 leemos:
"Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera, porque en ti ha confiado."
Esto nos enseña que la paz no depende de las circunstancias externas, sino del enfoque del corazón. Mientras más perseveres en pensar en Dios y en confiar en Él, más firme será tu paz.
📖 En Filipenses 4:6-7, Pablo afirma:
"Por nada estén afanosos... y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús."
Aquí la paz actúa como un guardia espiritual, protegiendo la mente y el corazón del miedo, la duda y la ansiedad.
📖 Jesús también dijo:
"La paz les dejo, mi paz les doy; yo no se las doy como el mundo la da." (Juan 14:27)
Esto deja claro que la paz divina no depende del control humano, sino de la confianza en la presencia de Cristo.
💬 Reflexión personal
Cuando el salmista añade: “para que no vuelvan a sus caminos de necedad”, nos recuerda que la paz se pierde cuando volvemos a actuar sin escuchar a Dios.
Dios no solo promete paz, sino que nos advierte: no la malgastemos regresando a la necedad de hacer las cosas a nuestra manera.
En otras palabras: la paz no se mantiene con esfuerzo, sino con obediencia.
Cada vez que decides confiar en tus fuerzas, en lugar de descansar en la dirección de Dios, tu corazón vuelve al ruido. Pero cuando eliges escuchar, aunque el mundo grite, dentro de ti reina la calma.
🌱 Ejemplos aplicables a la vida diaria
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En tu hogar: cuando surgen discusiones o tensiones familiares, antes de reaccionar, guarda silencio interiormente y di: “Señor, háblame antes de que yo hable”. Esa pausa puede salvar una relación y restaurar la armonía.
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En tu trabajo: cuando sientas presión o incertidumbre, en vez de quejarte o preocuparte, pídele a Dios sabiduría. Muchas veces Su paz te guiará a tomar la decisión correcta, incluso en medio de lo que parece caos.
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En tus amistades: si alguien te ha ofendido, escucha la voz de Dios antes de responder. Tal vez Su voz te diga: “Perdona”, y ese acto traerá paz no solo a tu corazón, sino también a la relación.
La paz prometida no se encuentra huyendo del conflicto, sino manteniéndote firme en la confianza de que Dios sigue al control.
💖 Conclusión
Dios te está hablando hoy, tal vez en este mismo mensaje.
Él quiere recordarte que no hay tormenta que Su paz no pueda calmar, ni corazón tan roto que Su voz no pueda sanar.
Solo necesitas escuchar.
Haz silencio en tu alma, abre tu corazón… y la paz que sobrepasa todo entendimiento hará su morada en ti.
✨ Nuestro propósito de Vida es: Vivir la Palabra con V de Victoria.
Por: William de Jesús Vélez Ruíz [WilliVeR]
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