¿Tus oraciones no son escuchadas? El obstáculo oculto que podrías estar ignorando.

 Hola, querido seguidor de La Promesa Diaria. Te escribo hoy no solo como alguien que estudia la Biblia, sino como un amigo que entiende que, a veces, el corazón duele más que cualquier herida física.

Al leer Proverbios 24:29 y reflexionar sobre la carga que llevamos cuando nos sentimos heridos, he sentido la necesidad de profundizar en lo que realmente significa "Liberar la Deuda". Acompáñame en esta lectura; creo que Dios tiene una llave de libertad para ti hoy.

La Contabilidad del Rencor: ¿Por qué lo llamamos "Deuda"?

En la psicología espiritual y en las Escrituras, la ofensa se maneja a menudo con términos financieros. Cuando alguien te hiere, sientes que te quitaron algo: te robaron tu paz, tu reputación, tu alegría o tu confianza. Inconscientemente, abres una "cuenta de cobro" contra esa persona. Piensas: "Me la debes. Tienes que pagarme con una disculpa, o sufriendo igual que yo".

Sin embargo, Jesús nos contó la Parábola del Siervo Despiadado (Mateo 18:23-35). Allí ilustra que la deuda que nosotros teníamos con Dios (nuestros pecados) era impagable, de millones, y Él la canceló totalmente en la cruz. Pero cuando nosotros nos negamos a perdonar a un hermano una ofensa menor, estamos actuando como ese siervo que, habiendo sido perdonado de millones, ahorca a su compañero por unos pocos pesos.

"Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas." (Mateo 6:14-15)

Esto no es una amenaza, es un principio de flujo espiritual. Si cierras la tubería de salida (tu perdón hacia otros), bloqueas la tubería de entrada (el perdón y la gracia de Dios hacia ti). El rencor es un tapón espiritual.

Diplomado Finanzas Personales y Manejo del Dinero CLIC AQUI

Tres Verdades sobre el Perdón Radical

  1. El Perdón es una Decisión Legal, no Emocional: No esperes a "sentir" ganas de perdonar. Es un acto de voluntad donde declaras al cielo: "Señor, transfiero esta deuda a tu tribunal. Yo renuncio a mi derecho de cobrar venganza".

  2. La Venganza es un Trabajo que no te Corresponde: Romanos 12:19 dice: "Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor". Cuando intentas vengarte, te sientas en la silla del Juez, un lugar que solo le pertenece a Dios. Al perdonar, te bajas del estrado y dejas que el Juez Justo se encargue.

  3. Perdonar no es Justificar: Liberar la deuda no significa decir que lo que te hicieron estuvo bien. Significa que te niegas a que esa ofensa siga controlando tu futuro.

Aplicando "La Cancelación de la Deuda" en tu Vida Diaria

Es fácil decir "yo perdono" en la iglesia, pero ¿cómo se ve esto el lunes por la mañana?

1. En el Hogar: El "Archivo de Ofensas"

A menudo, en las discusiones de pareja o con hijos, sacamos a relucir errores de hace años. "Es que tú siempre..." o "Recuerdas cuando en 2015 hiciste...".

  • El desafío: Liberar la deuda en casa significa quemar el archivo. No uses el pasado como munición en el presente. Si ya perdonaste el error de ayer, no tienes derecho a cobrarlo hoy.

    • Práctica: Cuando te sientas tentado a recordar un error pasado, di en silencio: "Esa factura ya fue pagada y archivada".

2. En el Trabajo: El Jefe Injusto o el Compañero Desleal

Quizás alguien se llevó el crédito por tu proyecto o te hablaron mal. El instinto es la murmuración o hacer lo mínimo indispensable como "castigo" hacia la empresa.

  • El desafío: Trabaja con excelencia, no para ellos, sino para Dios (Colosenses 3:23). Si te amargas, tu rendimiento baja y tú eres el perjudicado.

    • Práctica: Ora por quien te ofendió en la oficina. Bendice su carrera. Es contraintuitivo, pero esto libera tu mente para ser más creativo y productivo, lo que eventualmente te abrirá puertas que la amargura cerraría.

3. Con las Amistades: La Traición

Un amigo reveló un secreto o no estuvo ahí cuando lo necesitabas. La "deuda" que sientes es la lealtad que no te dieron.

  • El desafío: Deja de esperar que ellos llenen un vacío que solo Dios puede llenar. A veces, Dios permite que las personas nos fallen para que recordemos que nuestra fuente de consuelo es Él, no la gente.

    • Práctica: Si ves a esa persona o su nombre en redes sociales y sientes un nudo en el estómago, detente y di: "Señor, los bendigo y pido que sanes su corazón para que no hieran a otros como me hirieron a mí".

Una Reflexión Final

Recuerda lo que nos enseña Marcos 11:25: "Y cuando estéis orando, perdonad...". No permitas que tus oraciones reboten en el techo por causa de un corazón cerrado.

Imagina que llevas una mochila llena de piedras. Cada piedra es una ofensa, una deuda que alguien tiene contigo. Dios te está invitando hoy a soltar esa mochila. No porque ellos merezcan ser perdonados, sino porque tú mereces ser libre. Tú mereces caminar ligero. Tú mereces paz.

Por: William de Jesús Vélez Ruíz [WilliVeR]

El Periódico Web
Periódico Chicamocha News
Internet Para Educar


    ¡Únete a esta travesía de autoexploración y motivación! 
    Despierta tu poder interior y descubre la maravilla de vivir cada día con propósito y pasión. 🚀

👁️‍🗨️Red de Negocios y Profesionales👆🏼 

ChicamochaNews.net - Multilenguaje