“Cuando lo social es una herramienta para otros intereses…”.

Por Germán Alfonso Garcés Mariño

Chicamocha News

"Así que mandaron a algunos de sus partidarios, junto con otros del partido de Herodes, a decirle: Maestro, sabemos que tú dices la verdad y que enseñas de veras el camino de Dios, sin dejarte llevar por lo que diga la gente, porque no hablas para darles gusto. Danos, pues, tu opinión: ¿Está bien que paguemos impuestos al emperador romano, o no?".

Mateo 22:15-17

Otra vez empezamos bíblicos, ¡pero como no!, vamos a tratar un tema, el cual tiene un título que raya entre la razón, la emoción, el sentimiento, el deber ser, la esperanza, la ilusión, la igualdad y la responsabilidad del Estado con los ciudadanos, para disfrazar una reforma tributaria que muchos han descrito como una épica de la improvisación, la oportunidad y por qué no, en la politiquería, tanto de los que se oponen, como de los que la formulan.

Con un título digno de cualquier coaching, personality training, (entrenador personal), se busca condicionar la interpretación de los ciudadanos, directamente con el fin de polarizar las posturas y encontrar así una aceptación por señalamiento, a una propuesta motivada en el fortalecimiento de la economía global de interés particular y que, si bien es legal, no necesariamente es ético.

Es así como el Gobierno nos plantea el proyecto de ley: "Por medio de la cual se consolida una infraestructura de equidad, fiscalmente sostenible, para fortalecer la política de erradicación de la pobreza, a través de la redefinición de la regla fiscal, el fortalecimiento y focalización del gasto social y la redistribución de cargas tributarias y ambientales con criterios de solidaridad y que permitan atender los efectos generados por la pandemia y se dictan otras disposiciones" …

En 4.826 palabras distribuidas en 163 artículos, Alberto Carrasquilla y su equipo presentan un documento rebosante de terminología económica, modernos conceptos de nuevas tecnologías, complejas explicaciones matemáticas, como la contextualizada en el artículo 18, donde explica: el monto de la transferencia desprograma ingreso solidario, y tras 4 parágrafos, términos que no me dejan de causar cierta gracia, "BrechaIngr: Corresponde a la mediana de la brecha del ingreso", me permite concluir que van a distribuir entre $80.000 y $366.000 a familias en extrema pobreza; no sin antes reunir los requisitos y pasar por los intermediarios financieros, quienes obviamente cobrarán por sus servicios. 

Debo hacer una aclaración; siempre he sido de un solo partido, como ya lo he dicho, "mi pensamiento no se parcela", así deba asumir el costo y la vergüenza por la dirigencia de este... lo han convertido en una horda de Buitres, y en parte somos cómplices de eso, dado que, cómo lo vamos a ver en este artículo, no nos convertimos en agentes de cambio.

Retomando el tema, nos podemos acercar al texto y a la norma, como es mi costumbre, para así tener objetividad en la interpretación de la posición qué se debe tomar por los ciudadanos ante la propuesta del Gobierno.

El impuesto es la cantidad monetaria que se entrega al Estado, jurisdicción o cabildo, de manera obligatoria, para contribuir con sus ingresos, con ellos el Estado tendrá suficiente para llevar a cabo sus funciones. La recolección de impuestos es la manera que tiene el Estado para financiarse y obtener recursos para poder costear servicios como la construcción de carreteras, puertos, aeropuertos, prestación de servicios públicos de sanidad, educación, defensa, sistemas de protección social para el desempleo, prestaciones por invalidez o accidentes laborales…

El Banco de la República nos plantea metodológicamente el concepto de reforma tributaria y su estructura metodológica, hechos que quizás Carrasquilla y su equipo no han tenido en cuenta.

Al hablar de tributación, se hace referencia a los impuestos que las personas, empresas u organizaciones deben pagar al Estado por distintos aspectos. Estos pagos constituyen la mayoría de los ingresos del Estado; con éstos, éste realiza inversión social y de infraestructura y paga sus gastos administrativos...

Según lo anterior, una reforma tributaria cambia uno o varios aspectos de la estructura tributaria, buscándose, a través de ella, aumentar o disminuir la cantidad de dinero que recibe el Estado por concepto de impuestos.

Criterios para determinar la carga tributaria

Beneficios recibidos

Las personas, empresas u organizaciones deben pagar más si se benefician en mayor cantidad de los bienes y servicios que el Estado proporciona. Sin embargo, existe una gran dificultad para determinar los beneficios que recibe cada uno; es decir, los beneficios son difíciles de contabilizar y, por lo tanto, es difícil imponer impuestos a tales personas, empresas u organizaciones.

Principio de la capacidad de pago

Indica que los impuestos deben basarse en el ingreso y el patrimonio de las personas, empresas u organizaciones.

Cuando se hace una reforma tributaria, hay que tener en cuenta ciertos aspectos que permiten que ésta se lleve a cabo satisfactoriamente y que los resultados sean los esperados:

·         Los impuestos no deben afectar la eficiencia en el uso de los recursos; es decir, no deben hacer que una persona trabaje menos o no utilice su capital en la producción.

·         En general, no se debe permitir que los impuestos desincentiven la actividad productiva.

·         Los impuestos deben ser flexibles; es decir, se deben acomodar a las circunstancias económicas de un lugar.

·         Deben tener una cuota de simplicidad; es decir que, aunque detrás de los impuestos hay unas teorías, que en muchos casos resultan complejas, es necesario que éstos sean sencillos de imponer y recaudar para evitar que se produzcan evasiones basadas en su complejidad.

·         La estructura de impuestos debe ser aceptada por todos o, por lo menos, por la mayoría. Prueba de ello es que, en Colombia, una reforma tributaria debe ser aprobada por el Congreso de la República, el cual está integrado por personas elegidas por la población para su representación.

Según la Constitución Nacional, en su artículo 150, le corresponde al Congreso de la República: "Establecer las contribuciones fiscales y, excepcionalmente, contribuciones parafiscales en los casos y bajo las condiciones que establezca la ley".

Ahora, en la conocida frase, "Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios", debemos recordar, en su momento, la tributación era un impuesto que debía responder, no solo a satisfacer las necesidades sociales, sino al enriquecimiento del Estado Romano o estado dominante, quizás por eso se buscaba, desde entonces, una polarización, para culpar, como ya lo sabemos, a quien se opusiera; ahora, ¿los ciudadanos colombianos tenemos la misma vocación de Cristo?... si es así, nuestro país no fuera tan desigual, injusto y violento cómo lo vivimos.

Que pensarían ahora esos santandereanos, de los cuales relata el historiador, profesor universitario, periodista y diplomático colombiano Antonio Cacua Prada; ¡sí… esos...! de El Socorro, Mogotes, Simacota, Barichara, Charalá… como el zarco Ignacio de Ardila, Roque Cristancho, el cojo Pablo de Ardila, Miguel Uribe y Manuela Beltrán, la maestra analfabeta, María Antonia Vargas, José Antonio Galán Zorro... esos que hicieron que el término "Comuneros" hiciera temblar hasta el más valiente del Virreinato.

No sé si la costumbre, la sumisión o la necesidad, ha llevado a la ciudadanía a esa tolerancia cómplice, acompañada de una violencia soterrada, quizás en el grito y el señalamiento, a amenazas amparadas en los recuerdos de la violencia reciente.

Recuerdo una alocución reciente, muy difundida de un político santandereano, no muy santo… como todos, que después de parafrasear una y otra vez, terminando siendo cantinflesco, no diciendo nada, pero si revistiéndose de un don de gallo fino, que todos los que lo conocemos, sabemos, no le alcanza ni para la sexta parte de una docena, a precio de Carrasquilla.

Más allá de la protesta, del inconformismo de redes sociales y de entrar en la polarización, es hora de tomar actitudes decisivas y hacerle un cobro definitivo a los políticos con la herramienta que se sabe, permite que los ciudadanos sean los Reyes; ya es hora de votar a conciencia, ya es hora de votar con la razón y de no permitir que los mercaderes de votos sigan perpetuándose por interpuesta persona y sigamos eligiendo corruptos encarnados en sus hijos, primos, cuñados o amigos cercanos… ya es hora de que los santandereanos no tengamos a nuestros líderes en la cárcel.

No elijamos más personas que padezcan de debilidad mental calculada, siendo ya adultos, en una inteligencia correspondiente a una edad cronológica bastante inferior.

 

Siempre,

Mucho he repetido, hay que cambiar, "el hacer por hacer, por el saber hacer".

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