Papa Francisco se quedó en el corazón de los colombianos


Boyacá, territorio de millones de creyentes, también recordará para siempre la visita de Jorge Mario Bergoglio. (Foto: Gustavo Torrijos - El Espectador)

Por Deisy A. Rodríguez Lagos

Tunja, 11 de septiembre de 2017. (OPGB). Como las primeras noches durante la infancia de su hija, hace casi tres décadas, en una habitación con luz cálida, similar a aquella en donde María de Jesús Moreno le enseñó las oraciones de gratitud y protección a la Virgen María, el Niño Jesús y demás santos, ambas estuvieron los últimos días, atentas a cada imagen y discurso del visitante a Colombia más especial: Jorge Mario Bergoglio, Sumo Pontífice desde el 13 de marzo de 2013.

Madre e hija recordaron la dulzura evidente en la voz de la abuela Rosa Helena cuando cantaba "para alegrar al cielo". María de Jesús guardó esas canciones y con el mismo amor las cantó a su hija cada noche, antes de descansar, mientras la pequeña creció y dejó el hogar materno.

A pesar de los afanes cotidianos, con la presencia del Papa Francisco en el país, juntos en momentos de tránsito hacia el fin de uno de los conflictos armados con más tiempo en la historia, la familia Moreno logró escuchar sus mensajes de amor, de esperanza y de paz enviados desde Bogotá, Villavicencio, Medellín y Cartagena.

Ellas y millones de familias en Boyacá reflexionaron alrededor del significado de creer y sobretodo de actuar. Para un humanista como el Máximo Representante de la fe católica, "toda búsqueda del bien común es una práctica política real". Este principio que evoca el encuentro colectivo a favor de fines generosos, es decir la acción social de la Iglesia, quedó claro en los discursos y homilías del Papa.

María de Jesús asegura que más allá de la religión, las palabras del Papa Francisco, "colmadas de sensatez y referencias a la importancia para la vida, de los valores humanos", llegaron a multitudes que superan aquellas vistas en las cuatro ciudades visitadas. "Lo consiguió él, Representante de Dios en la Tierra, quien gracias a su vocación de servicio, marcó para siempre su nombre en Colombia", sostiene.

José Ángel Hernández García, director del Departamento de Historia y la Escuela de Filosofía y Humanidades de la Universidad Sergio Arboleda, dice sobre el humanismo que su necesidad es perceptible: "las personas quieren saber, preguntan, buscan el diálogo, y son la prueba de que nos planteamos cuestiones más sublimes y trascendentes que las del inmediatismo".

Por estos días, María de Jesús sonríe más de lo normal. Su mirada refleja luz y felicidad; así se siente luego de observar la forma en la que el Papa abrazó a jóvenes salvados de la calle por organizaciones como la del Padre Javier de Nicoló, a víctimas de la violencia, y a la niñez del Hogar San José. A ella le gustó mucho la frase memorable pronunciada por Su Santidad el miércoles 6 de septiembre en la Nunciatura Apostólica"no se dejen vencer, no se dejen engañar, no pierdan la alegría, no pierdan la esperanza", porque considera, "alienta con fuerza el deseo de la nación, de avanzar hacia la paz".

En esa vía, Jorge Mario Bergoglio finalizó su viaje a Colombia: "no nos quedemos sólo con el primer paso; sigamos caminado en unidad para ir al encuentro de otras personas en busca de la fraternidad". 

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