Editorial: "Málaga, sitiada por el miedo, la incredulidad y la falta de información"


Gráfica: Gobernación de Santander.

Por Rubén Darío Rodríguez López

Chicamocha News

Una vez conocido oficialmente el segundo caso positivo para COVID-19 en Málaga, se realizó una rueda de prensa con la presencia de las instituciones de gobierno, de salud y de la fuerza pública, para dar a conocer las nuevas normas sobre aislamiento obligatorio y el funcionamiento en general del municipio ante un posible brote de la enfermedad, según el Alcalde municipal, Oscar Joya Arenales.

No cabe duda que dos casos en una ciudad pequeña generan mucho temor y sobretodo, el hecho de que la comunidad hace viral en muy poco tiempo rumores, chismes y desinformación acerca de la situación; inclusive, colocando supuestos nombres a los contagiados y señalando a personas que no tienen nada que ver y que se convierten en víctimas de señalamientos y estigmatización, lo que no ayuda para nada en la solución de la situación.

Tuve la oportunidad de ver toda la rueda de prensa que fue seguida en vivo por más de 1.500 personas, los cuales generaron un número superior a 500 preguntas en la página de Facebook, muchas de las cuales, considero, no fueron respondidas completamente y en algunos casos simplemente no hubo respuesta. Claro, es imposible responderlas todas, pero también hubo una generalidad en tres preguntas principales, y que, considero, el no ser resueltas generan que la gente especule y se auto responda y no tenga una información especializada de los responsables del manejo técnico de la pandemia en el municipio.

La comunidad no tiene claro cómo se detectaron los dos casos que se han presentado, ya que, según la información brindada, son casos asintomáticos. Preguntaban si fueron producto de algún cerco epidemiológico o sencillamente porque los pacientes acudieron al Hospital Regional voluntariamente. Tampoco tienen claro cuántas muestras se han tomado en la ciudad de Málaga a la fecha, ¿cuántas se están tomando al día? ¿son suficientes? esta respuesta no fue posible conocerla y en general la gente quedó muy confundida con las nuevas normas sobre aislamiento obligatorio, que creo, se aclararon después, solamente con la expedición del Decreto municipal número 081 del 21 de junio de 2020.

Considero que falta dar a conocer mucha más información, pero principalmente sobre el desarrollo de las actividades de prevención y del muestreo que se está desarrollando en la ciudad por parte de la Secretaría de Salud y del Hospital Regional García Rovira, es necesario que la comunidad se tranquilice y que tenga información oportuna, suficiente y transparente sobre todos los procesos que tengan que ver con ellos; claro está, respetando los lineamientos legales sobre protección de datos y el derecho a la intimidad. Las EPS tienen la principal responsabilidad de informar de manera personalizada a cada uno de sus beneficiarios, de prevenir y controlar a las personas con mayor riesgo o con mayor vulnerabilidad, hacerles seguimiento y, en caso necesario, realizar las pruebas o testeos. Desafortunadamente, cuando no hay oportunidad en la información se genera desconfianza hacia las instituciones y esto agrava más la situación actual.

El municipio ha centrado sus acciones en la regulación de la movilidad de las personas y el funcionamiento del comercio, lo que es muy importante y es la mejor manera de ayudar a prevenir que el contagio se propague de manera exponencial. Sin embargo, se necesita que las medidas se tomen siempre pensando en el bien común, que ojalá no se caiga en legislar de manera particular, que se exceptúan algunas personas o empresas, solo por amistad o compromiso, y no porque realmente se necesiten para garantizar la prestación integral del servicio de salud y el abastecimiento de alimentos básicos de la canasta familiar.

Adicionalmente, el municipio debe ser consciente que, al tomar medidas únicamente para restringir severamente la movilidad de los ciudadanos mediante el aislamiento obligatorio, también debe propender por la atención de los casos especiales, como es la población vulnerable, las familias que no tienen para su abastecimiento y que, de no ser atendidas, se conviertan en una bomba social, que más temprano que tarde estallará y se verán obligados a salir a la calle a rebuscarse y a contagiarse o a diseminar la enfermedad.  

Y, por último, es supremamente delicado que, en una ciudad pequeña como Málaga, no se tenga un control efectivo sobre el consumo de drogas y alcohol; deja mucho que pensar que se salgan de control algunos hechos particulares e irresponsables. Es indudable que esta situación también viene poniendo en riesgo el esfuerzo de muchos ciudadanos que han sido responsables y honestos al acatar las normas de cuarentena. No sobra la invitación a la comunidad a hacer control social, denunciando cualquier hecho que atente contra la salud de la comunidad en general.

Los malagueños deben entender que hay mucha desinformación y que es importante escuchar y buscar la información oficial y que se deben cuidar los unos a los otros, y la mejor manera es respetando y realizando las sencillas recomendaciones de usar tapabocas, lavarse las manos constantemente, no hacer reuniones sociales, no hacer aglomeraciones y salir a la calle a realizar actividades estrictamente necesarias cuando la ley se lo permita.

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