“Épocas de Siembra”
Texto Bíblico Base: “Los que siembran con lágrimas, con regocijo segarán.” (Salmo 126:5)
Hay momentos en la vida en los que sentimos que estamos dando lo mejor de nosotros, sembrando con esfuerzo, con paciencia, incluso con dolor… y aun así, no vemos resultados inmediatos. La Biblia nos recuerda que en el Reino de Dios, todo tiene su tiempo (Eclesiastés 3:1). La siembra no es solo trabajo físico; es una inversión espiritual, emocional y mental.
El salmista describe una verdad profunda: a veces la siembra viene acompañada de lágrimas. Lágrimas de cansancio, lágrimas de frustración, lágrimas de esperar algo que todavía no llega. Pero esas lágrimas no son en vano; ellas riegan la semilla. Dios las recoge, las valora, y en su tiempo, las transforma en fruto.
Siembra con lágrimas… pero sigue sembrando
Puede que estés:
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Sembrando paciencia en tu hogar.
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Sembrando esfuerzo en tu trabajo.
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Sembrando amor en una relación.
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Sembrando fe mientras esperas una respuesta.
Y quizás no ves nada todavía. Parece tierra seca. Parece silencio. Parece que tu esfuerzo se lo tragó el viento. Pero no es así. Dios te dice: No te canses. Tu semilla está viva.
“No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos, si no desmayamos.”
(Gálatas 6:9)
Ejemplos para la vida diaria
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En el hogar:
Tal vez has dado amor, paciencia y comprensión… pero recibes indiferencia. Sigue sembrando. El amor nunca vuelve vacío (1 Corintios 13:8). -
En el trabajo:
Puede que trabajes con excelencia, pero nadie lo reconoce. Sigue sembrando. Dios abre puertas donde los hombres no pueden cerrarlas (Apocalipsis 3:8). -
En las amistades:
Puedes estar siendo el amigo que escucha, que apoya, que da… aunque sientas que nadie está ahí para ti. Sigue sembrando. La cosecha llegará en forma de relaciones verdaderas y leales.
Lo clave no es solo el esfuerzo… es mantener la actitud
El enemigo de la cosecha es la desesperanza.
El enemigo de la cosecha es el cansancio emocional.
El enemigo de la cosecha es comparar tu proceso con el de otros.
Lo que hoy ves como “aparente demora” es Dios preparando tu terreno, tus raíces y tu corazón.
Tu cosecha será grande porque tu siembra fue profunda.
Mensaje para tu corazón
Haz lo correcto aunque duela.
Ama aunque cueste.
Da aunque parezca poco.
Persevera aunque no veas resultados.
Dios no se ha olvidado de tu semilla.
Tu cosecha lleva tu nombre.
Tu alegría está siendo preparada.
Por: William de Jesús Vélez Ruíz [WilliVeR]
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